Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen
1) Composición de lugar
El
Señor ha terminado la vía dolorosa. Le han quitado la ropa y le han clavado en
la cruz. Luego, lo alzan y siente el tirón del peso de su propio cuerpo. Dice
San Marcos que el Señor fue crucificado
a las 9 de la mañana, más o menos, y todo aquel que estaba allí o pasaba por
ahí, se burlaba de Él.
2) El perdón
Es
uno de los puntos cardinales de la ley de Cristo.
De hecho, en el sermón de la
montaña, cuando el Señor enseña el Padre Nuestro, explica el alcance de
“perdona nuestras ofensas como también perdonamos a los que nos ofenden”:
Porque si ustedes perdonan a
otros el mal que les han hecho, su Padre que está en el Cielo los perdonará a ustedes;
pero si no perdonan a otros, tampoco su Padre les perdonará a ustedes sus
pecados
(Mt 6,14-15)
O la respuesta a
Pedro:
No te digo que perdones hasta
siete veces, sino hasta setenta veces siete (Mt 18,22)
¿Qué
es el perdón? ¿En qué consiste el perdonar? El perdonar es una consecuencia de
la caridad: por el amor al prójimo, yo, que he recibido un agravio de otro,
alejo de mí el dolor que tal hecho me produjo, alejo toda animosidad que generó
tal agravio y decido hacer que ello no influya en mi vida.
a) En el Señor tiene carácter extremo:
El
Señor no dejó siquiera que anidara en el corazón. Elevó una oración y pidió al
Padre que los perdonara porque no sabían que estaban matando al Dios de la
vida. Eso es extremo.
b) También nosotros podemos y debemos perdonar
Hay
cosas que tenemos que corregir, inclusive nuestro modo de hablar:
“Dios es el único que puede perdonar”
Falso. Yo también puedo
perdonar. Dice San Juan Crisóstomo: “nada nos asemeja tanto a Dios como estar
siempre dispuestos al perdón”.
“Dios que te perdone… yo no”
Esta es la negación del amor al
prójimo.
“Eso no tiene perdón de Dios”
Es una frase híper usada por
los políticos, que demuestra la ignorancia que tienen del mensaje del
Evangelio. Dios puede perdonar todos los pecados menos la blasfemia contra el
Espíritu Santo. Esta es llamada el pecado imperdonable (Mt 12,31-32)
c) A veces es difícil, y entonces se convierte
en un proceso.
Hay
agravios que por el tamaño del mal o por lo prolongado del perjuicio, dejan una
herida que adquiere caracteres traumáticos. Estos casos son muy difíciles y el
perdón se convierte en ellos en un proceso porque tiene que haber una sanación
que no es inmediata sino que necesita tiempo. Pero que al final llega.
d) Efecto liberatorio del perdón
No
es necesario que ocurran grandes injurias para ejercitarnos en esta muestra de
caridad. Bastan esas cosas pequeñas que ocurren casi todos los días; pequeñas
riñas en el hogar por pequeñas cosas, malas contestaciones o gestos
destemplados (ocasionado muchas veces por cansancio de las personas), que
tienen lugar en el trabajo, en el trafico de las grandes ciudades…
Mejor
todavía si ni siquiera llegamos a tener que perdonar porque no nos sentimos
ofendidos. Esto ocurrirá si hemos aprendido a disculpar y no a ser
susceptibles.
Mal
viviríamos nuestra vida cristiana si al menor roce se enfriase nuestra caridad
y nos sintiéramos separados de los demás. El cristiano debe hacer examen para
ver cómo son sus reacciones ante las molestias que la convivencia diaria lleva
ordinariamente consigo. Vivir cristianamente la vida es encontrar, también en
ese punto, el camino de la paz y de la serenidad.
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