Lo extraordinario de ser diferentes
Recitaba un dicho que escuché una vez en el extranjero: No importa si llegaste a la meta, importa cómo llegaste a ella. Este dicho daba a entender que, como todos somos diferentes, cada quien puede desarrollar sus potencialidades de manera diversa. Algo similar ocurre en la vida de la Iglesia. Cada uno de nosotros es un ser único e irrepetible para Dios. Cada uno de nosotros ha tenido una educación e historia diversa de los otros, y cada quien ha nacido con unas potencialidades diversas. Cada uno de nosotros puede desarrollarlas de diversas maneras. Si bien, todos hemos recibido los frutos de la salvación hecha por Cristo, el Espíritu Santo nos concede los dones para que podamos dar fruto en buenas obras para el beneficio de la Iglesia. Cada quien responde personalmente. Esto hace que la Iglesia goce de una riqueza particular. Así lo escuchamos en la primera carta a los Corintios: “ Hay diferentes dones, pero el Espíritu es el mismo. Hay diferentes servicios, pero el Señor es el m...