El problema es la avaricia
El consejo del Señor es claro: eviten toda clase de avaricia (Lc 12, 15). Y para comprender bien en qué consiste la avaricia es necesario precisar algunos conceptos. Los bienes materiales no son malos. Todos ellos son fruto de la voluntad creadora de Dios. Y fueron dados al hombre para que los trabajara (Gen. 2, 15). Los bienes materiales son para multiplicarlos y producirlos, siempre en beneficio de la colectividad humana. Quien trabaja o procura que se trabaje le es absolutamente lícito obtener una ganancia, siempre y cuando no vaya en perjuicio del bien de otro. La condición de cada quien debería ser tal que no le brindara preocupaciones por su bienestar actual y futuro. Quien carece de ellos, vive en una angustia permanente. Por eso, ser pobre de bienes no es bueno. El cristiano debe vivir bien, y debe orientar su vida para vivir bien. Ahora bien, no importa cuál sea nuestra condición actual. El cristiano no debe perder de vista que está llamado a buscar los bienes más ...