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Mostrando las entradas etiquetadas como Seguimiento a Cristo

EL CAMINO SEGURO DE LA FE

 Las lecturas de hoy tienen una profundidad especial. Nos lleva a considerar el papel de la fe en la vida del creyente. Y no es un tema fácil de abordar.  En la primera lectura del libro de la Sabiduría (9, 13-19) el autor se hace un cuestionamiento que ha sido recurrente a lo largo de la historia: los razonamientos de los seres humanos no están exentos de error. Por una parte, los defectos de nuestra manera de razonar y, por otra, nuestra vinculación con cosas materiales, que son limitadas, hacen que la capacidad de razonar y de alcanzar la verdad libres de error sean particularmente arduos. El autor da respuesta a esta interrogante acudiendo a la fe:  " ¿Quién conocerá tus designios, si tú no le das la sabiduría, enviando tu santo espíritu desde lo alto? Sólo con esa sabiduría lograron los hombres enderezar sus caminos y conocer lo que te agrada. Sólo con esa sabiduría se salvaron, Señor, los que te agradaron desde el principio ". Ahora bien, en nuestra actividad cotidi...

La reprensión como una señal de amor

 Puede resultar llamativo y hasta reluctante con las “modernas teorías” de psicólogos y afines. Hoy la reprensión es vista con malos ojos porque se le atribuye –erróneamente– que es la causa de diversos males modernos. Y nada es más erróneo. Cuando un padre reprende a su hijo por algo malo que hizo, no lo hace porque no ame a su hijo, todo lo contrario: precisamente porque lo ama, lo corrige para que se aparte del mal camino o deje de hacer eso que es malo y pernicioso. Y así nos lo enseña la Palabra que escuchamos hoy: “ ¿qué padre hay que no corrija a sus hijos? Es cierto que de momento ninguna corrección nos causa alegría, sino más bien tristeza. Pero después produce, en los que la recibieron, frutos de paz y de santidad ” (Heb 12, 7.11). Hoy la reprensión y el esfuerzo no se ven con buenos ojos. La defensa a ultranza de la libertad, de la autoestima y del hedonismo se han convertido en los ejes transversales de toda actividad humana. Desde esta perspectiva, el cristianismo se v...

De la presentación del Señor podemos aprender...

Que al igual que Simeón, el sentido pleno de la vida es un encuentro con el Señor Jesucristo… En el pasaje del Evangelio de nuestra Santa Misa, escuchamos de un personaje llamado Simeón. Dice de él que era un hombre justo, es decir, que era un hombre santo y que aguardaba el cumplimiento de la promesa hecha a Israel: él no moriría sin antes ver al Mesías prometido. Cuando María y José entraban en el templo con el Niño Jesús, Simeón reconoció al Dios hecho hombre. Una vez tenido ese encuentro con Jesús, Simeón entendió que el sentido de su vida había sido alcanzado en plenitud. Por eso eleva al Señor una acción de Gracias y, al mismo tiempo, le hace saber que, habiendo encontrado a Jesucristo, su vida ya estaba completa con lo cual podía disponer de ella cuando quisiera. Todos los cristianos tenemos que redescubrir que nuestra vida como creyentes solo tiene sentido si tenemos un encuentro con Jesús. Ese encuentro debe ser personal e íntimo, de tal manera que nuestra vida comience un cam...

Dios siempre primero

 Las lecturas de nuestra Santa Misa de hoy nos invitan a considerar un punto bastante descuidado en el día de hoy. Dios siempre es primero. En el Evangelio (Mc 12, 28b-34) escuchamos cómo un escriba, es decir, una persona que se dedica al estudio de la ley de Israel, se acerca al Maestro para preguntarle cuál de los mandamientos es el más importante. La pregunta tiene su razón de ser. Entonces como ahora, había personas que veían la Sagrada Escritura de modo diferente y a veces se olvidaban de lo esencial. Entre las discusiones que se daban en esa época estaban algunos que defendían la esencial igualdad de todas las prescripciones de la ley de Moisés, mientras que otros establecían la superioridad de algunas normas. No era una pregunta banal acercarse a un rabí y preguntar su opinión sobre este controvertido tema. El Maestro le contesta sensatamente, citando de la Sagrada Escritura un pasaje que servía de oración a los israelitas quienes la repetían con frecuencia durante el día. E...

No a la envidia

 La Iglesia siempre ha tenido muy claro que el seguimiento a Cristo Jesús no ha de ser solo una cuestión externa, sino que requiere una actitud interior que sea el origen de nuestro comportamiento. Por eso, la lucha del cristiano no va solamente en un cumplimiento externo de los mandamientos sino también en la pureza del corazón.  De esta manera puede ofenderse a Dios cuando nuestros sentimientos nos alejan de Él. Un hombre que tiene el corazón lleno de odio, de venganza, de rencor o de envidia ofende al Señor porque esos sentimientos no dejan espacio para un trato con Cristo Jesús. Además, pueden convertirse en una fuente de conductas pecaminosas.  Hoy las lecturas de la Misa nos invitan a estar atentos a uno de esos sentimientos malos: la envidia. La envidia es la tristeza en el alma por el bien ajeno. El envidioso no es feliz porque cae en la cuenta de que otra persona posee un bien o hace algo bueno. Y eso es precisamente lo que critican los pasajes de la Sagrada Escr...

Siempre es una decisión

  Las lecturas de nuestra Santa Misa de hoy nos invitan a reflexionar sobre un elemento presente en nuestra vida de fe. Seguir al Maestro, así como alejarse de Él, es siempre la consecuencia de una decisión. En la primera lectura de hoy (Jos 24, 1-2a. 15-17. 18b), Josué, el gran conductor del pueblo de Israel a la muerte de Moisés, una vez que ya han conquistado la Tierra prometida, reúne al pueblo para recordarles algo importante. El pueblo ha llegado hasta aquí en compañía del Señor Dios de los ejércitos. Y Josué le reemplaza a decidir a quién van a servir: si al Dios único y Todopoderoso o, por el contrario, a los dioses que encontraron en esa tierra. Josué da un testimonio elocuente: " En cuanto a mí toca, mi familia y yo serviremos al Señor ". En el Evangelio (Jn 6, 60-69), escuchamos como el Señor habla a los judíos haciéndoles saber lo exigente de seguirle. Lo más duro para los judíos es liberarse de su modo de entender el mensaje de Dios para aceptar el camino novedos...

Metanoia

  La segunda lectura de nuestra Santa Misa de hoy (Ef 4, 17.20-24) San Pablo hace una llamada de atención válida para nosotros hoy.  Nosotros vivimos en medio del mundo. Las formas de hacer y vivir del mundo suponen una constante tentación para los seguidores de Cristo Jesús. De tal manera que, como comunidad de creyentes, debemos estar atentos para no desdibujar el Evangelio de Cristo en favor de un cristianismo ateo. San Pablo recuerda a los cristianos de Éfeso que, cuando aceptaron el mensaje de salvación, ellos decidieron también dejar atrás las costumbres que significaban maldad y pecado. Y para ello tenían que alejar de su mente y su corazón los antiguos razonamientos para hacer propios la manera de pensar de Cristo Jesús. Eso es lo que se llama metanoia. No tiene ningún tipo de sentido afirmar que se es seguidor de Cristo y tener las mismas prácticas de antes. La conversión implica cambiar la manera de vivir y de pensar. En la Iglesia se encuentra siempre presente el pe...

Jesús es el profeta

 En el uso común del lenguaje el término profeta significa aquel que puede predecir el futuro. En el sentido bíblico profeta es aquel que lleva un mensaje de parte de Dios. Todo aquel que habla siguiendo el mandato de Dios es un profeta. El gran líder del pueblo de Israel Moisés era también considerado un profeta puesto que él era el intermediario del que Dios se servía para hacer llegar el mensaje al pueblo. Sabiendo ya Moisés que llegaba al término de su camino en la Tierra anuncia al pueblo de Israel que en un futuro se presentaría en medio del pueblo un profeta semejante a él: “ Pondré mis palabras en su boca y él dirá lo que le mande yo. A quien no escuche las palabras que él pronuncie en mi nombre, yo le pediré cuentas ”. Ese profeta es Cristo Jesús. Como ya hemos escuchado en otras ocasiones, Él es el Dios y hombre verdadero (Jn 1, 14); Él es imagen del Dios invisible (Col 1, 15), Él es Dios bendito por los siglos (Rom 9, 5), Él es la Palabra de Dios (Jn 1, 1). Y como escuch...

No a la doctrina de hombres

  Ha sido una tentación muy frecuente en la historia de la Iglesia querer tergiversar el mensaje del Señor en favor de una posición personal. Lo era ya en la época de Nuestro Señor y lamentablemente también lo es en nuestra época actual. Desde muy temprano en Israel aparecieron diferentes maestros que trataban de interpretar el mensaje que el Señor había dejado en la Escritura. Los seguidores de esas escuelas, en lugar de seguir el mismo espíritu de sus maestros, convirtieron sus opiniones personales en una suerte de bastión. Entonces comenzaron a aparecer las diversas facciones. Había los seguidores del maestro X como también seguidores del maestro Z. Por supuesto, eran rivales. El asunto no terminó allí. Ya en la época de Nuestro Señor Jesucristo se convirtió en una práctica común el que los determinados seguidores de una facción se arrogaban para sí una superioridad moral con respecto al resto del pueblo. Ellos se autorreferenciaban como modelo para todo el pueblo de Israel....

La respuesta es tuya

  Este domingo, las lecturas de la Santa Misa quiere presentarnos la voluntad de Cristo de dejar a Pedro como líder de la comunidad de creyentes. De ahí el simbolismo de las llaves que escuchamos en la primera lectura (Is 22, 19-23) y en el Evangelio (Mt 16, 13-20). En el relato del Evangelio nos presenta una situación que nos debe llevar a la reflexión. El Maestro hace una pregunta genérica y de fácil respuesta: “ ¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre? ”. Después de escuchar lo que dicen otros, el Señor pasa a la pregunta personal: “ Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo? ”. Nuestra respuesta va a depender de como nosotros comprendamos a Nuestro Señor Jesucristo. Y esa respuesta es importante: de cómo respondamos va a depender nuestra actitud hacia Él. Si es un personaje importante (como un prócer), si es un maestro filosófico (como Aristóteles, Kant o Hegel) o espiritual, o también, en definitiva, como el Dios Salvador. Nuestra respuesta va a marcar nuestra vida y rel...

Ciudadanos del Reino

  En la lectura de nuestra Santa Misa de hoy el maestro nos propone una serie de imágenes para explicarnos qué cosa es el Reino. Entre ellas destaca una a la cual los discípulos le piden a Jesús que les diga cuál es su significado. Se trata de la parábola del trigo y la cizaña. Los trabajadores se dan cuenta que entre el trigo hay una maleza muy similar al trigo pero que no sirve para nada y se llama cizaña. Se lo dicen al dueño del campo y este decide dejarlos crecer juntos hasta la ciega momento en el cual separarán el trigo de la cizaña. El Maestro explica su significado: “ El sembrador de la buena semilla es el Hijo del hombre, el campo es el mundo, la buena semilla son los ciudadanos del Reino, la cizaña son los partidarios del maligno, el enemigo que la siembra es el diablo, el tiempo de la cosecha es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles. Y así como recogen la cizaña y la queman en el fuego, así sucederá al fin del mundo: el Hijo del hombre enviará a sus ánge...

¿qué es la sencillez de corazón?

  Las lecturas de este domingo tienen una riqueza particular que nos invita a reflexionar sobre un aspecto importantísimo de nuestra vida espiritual: la sencillez de corazón. Evidentemente, el mundo desconoce lo que significa sencillez de corazón . La razón es porque el mundo pone el fundamento de sus criterios en la apariencia: Lo que parece más exótico o más caro o más elegante es lo que el mundo valora como mejor. Y no existe una relación necesaria entre bondad y apariencia. Hay una suerte de fábula en la que un padre pregunta a su hijo si escuchaba algo además del canto de los pájaros. El hijo le responde que oye una carreta. El papá le dice que es una carreta vacía. El niño le pregunta que cómo lo sabe, sin verla y el papá le responde: “ Es muy fácil. Sé que está vacía por el ruido. Cuanto más vacía está la carreta, más ruido hace ”. Las personas que carecen del valor más grande –Dios salvador y señor– y de otros valores, suelen tratar de llenar el vacío haciendo un desg...

Un amor especial

  La lectura de nuestra Santa Misa de hoy nos ofrece unas pistas para evaluar nuestra vida cristiana en especial por lo que refiere a las intenciones que nacen del corazón. En el Evangelio (Mt 10, 37-42) escuchamos unas palabras en labios de Nuestro Señor Jesucristo que pueden sonar muy fuertes pero que entendidas en el justo contexto se convierten en una maravillosa fuente de espiritualidad cristiana. Dice el Maestro: El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a su hijo o su hija más que a mí, no es digno de mí. Cualquier persona inadvertidamente podría pensar que el Señor resulta egoísta al ponerse por encima del amor a los propios padres.  Nuestro Señor quiere que entendamos que el amor que espera de nosotros debe ser especial, no igual al de los padres o al de cualquier otra persona. Se trata de un acto del corazón que no debe verse obstaculizado por ningún otro tipo de afecto. Ningún fiel debe afirmar que deja de amar a Dios (o cumplir...

Jesucristo al centro de todo

 Hoy celebramos junto con toda la Iglesia la solemnidad del domingo de Ramos. Como hemos podido apreciar, la Santa Misa de hoy nos ofrece dos lecturas del Evangelio. La primera, al inicio de la celebración enseguida de la bendición de los ramos, que narra la entrada triunfal de nuestro Señor Jesucristo en la Ciudad de Jerusalén. La segunda lectura del Evangelio la hemos escuchado apenas y narra los últimos momentos de nuestro Señor Jesucristo. Teniendo presente ambas proclamaciones quiero compartir contigo estas ideas. - En primer lugar es necesario que pongamos en el centro de nuestra celebración de hoy a nuestro Señor Jesucristo. Es sabido por todos que el interés de muchísimas personas es obtener la palma bendita. Esas personas suelen hacerlo por motivos incorrectos: de hecho, su interés no es acompañar a Jesucristo sino obtener algo que por una extraña razón atribuyen una serie de poderes mágicos.  La palma bendita no tiene ningún poder, es solo un sacramental que nos recu...

Sentido bíblico de la santidad

 Las lecturas de nuestra Santa Misa de hoy (Lv 19, 1-2. 17-18; Mt 5, 38-48) nos refieren un pasaje muy similar: “ sean santos porque Yo, el Señor, soy Santo ”. Una y otra lectura vienen acompañadas de una serie de preceptos morales. Es una pregunta que siempre ha acompañado a los fieles seguidores de Cristo: ¿Qué es la santidad? En la Sagrada Escritura santidad tiene un significado bastante amplio. Etimológicamente santo significa separado, es decir, que no es común, sino que tiene un destino diferente. Por eso, la Biblia dice que Yahweh es Santo, o más aún, tres veces santo, o el Santo de entre todos los santos. Con ello, la Sagrada Escritura quiere dejar claro que Dios no puede ni debe ser puesto con las categorías que conocemos de este mundo, sino que es lo más especial que existe. Si Dios es Santo entonces todo lo que se dedica a Él también es santo. Y esa es la razón por la cual las cosas que eran dedicadas al Señor no debían ser destinadas a otro uso. Destinar algo santo a un...

De la presentación del Señor aprendemos...

  Que como para Simeón, el sentido pleno de la vida es un encuentro con el Señor Jesucristo… En el pasaje del Evangelio de nuestra Santa Misa, escuchamos de un personaje llamado Simeón. Dice de él que era un hombre justo, es decir, que era un hombre santo y que aguardaba el cumplimiento de la promesa hecha a Israel: él no moriría sin antes ver al Mesías prometido. Cuando María y José entraban en el templo con el Niño Jesús, Simeón reconoció al Dios hecho hombre. Una vez tenido ese encuentro con Jesús, Simeón entendió que el sentido de su vida había sido alcanzado en plenitud. Por eso eleva al Señor una acción de Gracias y, al mismo tiempo, le hace saber que, habiendo encontrado a Jesucristo, su vida ya estaba completa con lo cual podía disponer de ella cuando quisiera. Todos los cristianos tenemos que redescubrir que nuestra vida como creyentes solo tiene sentido si tenemos un encuentro con Jesús. Ese encuentro debe ser personal e íntimo, de tal manera que nuestra vida comien...

Lo que nos enseña el pasaje de la Epifanía: Actitudes ante el Señor.

Hoy nos unimos a toda la Iglesia en la solemnidad de la Epifanía del señor. La Epifanía es el misterio de la vida del Señor en el que se da a conocer a todos los pueblos. Escuchamos en el Evangelio de hoy (Mt 2, 1-12) el relato de cómo unos Magos venidos de Oriente, siguiendo la luz de una estrella, se presentan en Jerusalén preguntando por el rey de los judíos que ha nacido. Orientados hacia Belén encuentran a Jesús y le ofrecen sus presentes: oro incienso y mirra. En el relato evangélico encontramos tres tipos de personajes. El primero es el rey Herodes. El segundo, los sumos sacerdotes y los escribas del pueblo. Finalmente, los Magos venidos de Oriente. Permítanme una reflexión sobre la actitud de estos personajes. Todos ellos nos indican una actitud diferente hacia el Señor, que también podemos identificar en las personas que forman parte de nuestra comunidad. En primer lugar, Herodes, el rey de Israel. Como sabemos perfectamente Herodes conocía la profecía, pero nunca profesó ...

Nuestra determinación de seguir a Jesús

 Las lecturas de este domingo se sirven de imágenes que pueden enriquecernos en muchísimos aspectos. En el pasaje del Evangelio escuchamos la enseñanza de Nuestro Señor quién, con el lenguaje propio de su época, nos pide que tengamos determinación para seguirle. Efectivamente, si prestamos atención, el Señor habla de preferirle a la familia, a tomar la cruz de cada día y a tener un amor especial hacia Él. La primera imagen que utiliza el Maestro es la de no preferir a la familia por encima de Él. En algunas versiones se utiliza el verbo odiar. El Señor quiere ponernos en alerta para que los vínculos humanos no supongan un obstáculo para seguirle y cumplir su voluntad. La segunda imagen que utiliza el Señor es la de tomar la cruz de cada día. Es una llamada de atención por parte del Maestro para que las injusticias a las que podemos estar sometidos, incluso de manera diaria, no impidan o entorpezcan la determinación de ser santos, cumpliendo su Palabra. La tercera imagen que nos pre...

Libre y con todo

Las lecturas de nuestra Santa Misa nos ilustran sobre las actitudes para el seguimiento a Cristo Jesús. Y aunque cada quien podría identificar múltiples características de esa respuesta a Jesús, solo me limitaré a dos. La primera: la respuesta al Señor es libre. Y debe serlo. Y es tal vez este sea el punto donde los que reciben el mensaje de Cristo les cuesta entender o poner en práctica. Ordinariamente los seres humanos funcionamos con muchas previsiones. Es normal. Cuanto más podamos tener el control de lo que hacemos, gozamos de la certeza de que no habrá nada que haga perder el confort del que disfrutamos. Es por eso que las cosas de las que no podemos tener el control absoluto generan desconfianza. Cuando el Señor pide la disponibilidad de no depender de muchas cosas, los que reciben el llamado no siempre se encuentran cómodos y es por eso que la respuesta inicial no siempre es sí. En las lecturas de hoy escuchamos diferentes actitudes: Eliseo se toma un tiempo para renunciar a to...

Una máxima para todos los tiempos

  En la primera lectura de nuestra Santa Misa de hoy, escuchamos un episodio de la Iglesia naciente. Pedro y Juan fueron arrestados varias veces por el Sanedrín porque el Evangelio, anunciado con poder, iba extendiéndose entre los fieles de Jerusalén y Judea. Y es este el escenario donde nos encontramos. El Sanedrín, el consejo superior de Israel, había prohibido a los apóstoles predicar en el nombre de Cristo. No solo le habían hecho advertencias de palabra, sino como mencioné antes, también con hechos: les habrían apresado. Los apóstoles habían mostrado una gallardía, hoy poco común. Supieron defender su fe y declararon una máxima válida para todos los tiempos: “ Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres ” (Hech 5,29). La sociedad actual es bastante cruel. Ha sido permisiva en lo que refiere a los valores y hoy hay una suerte de anarquía en la sociedad. Muchísimas personas buscan reconocimiento y aceptación. El mecanismo que ofrece la sociedad es plegarse a la moda y a las ...