El debate se da en el corazón
Nuestro Señor Jesucristo en el Evangelio según San Lucas (6, 45) nos dice que del corazón del hombre salen las cosas buenas y las cosas malas. Y como siempre, el Maestro tiene razón porque es en el corazón donde se da el debate. Escuchamos en la primera lectura (Jer 31, 31-34) cómo ha sido voluntad de Nuestro Señor dejar inscrito en el corazón los principios para guiarnos correctamente: “ Voy a poner mi ley en lo más profundo de su mente y voy a grabarla en sus corazones ”. Todos los hombres tenemos grabado en el alma los principios por los que podemos juzgar que algo es bueno o es malo. Pero una cosa que no podemos negar es que el corazón puede verse ofuscado y no juzgar con claridad. No es un secreto para nadie que el corazón del hombre puede llenarse de cosas malas, de malos criterios o de malos deseos. Por eso un ejercicio constante de todo buen creyente es pedir al Señor la gracia de purificar nuestro corazón, como escuchamos y repetimos en el salmo responsorial (Sal 50)...