Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Orgullo

"Si no escuchan a Moisés y a los profetas..." (Lc 16, 31)

El Evangelio de nuestra Santa Misa de hoy tiene una gran cantidad de mensajes de parte de Nuestro Señor. Podríamos hacer muchas reflexiones diversas. Hoy te propongo una: - El Maestro quiere poner en el tapete la actitud soberbia y orgullosa del rico. El Señor no dice si su riqueza es bien habida o no. Solo dice que su corazón había llegado a un extremo en poner su confianza y su vida entera en los bienes materiales, a tal punto que se olvidaba de las personas necesitadas que estaban a su alrededor. Es llamativo que el rico (que la tradición le llama Epulón ) reconoce a Lázaro, lo que quiere decir que, efectivamente, en vida le conocía porque estaba frente a su casa. - Cuando una persona deja que el corazón se le envenene con la soberbia, el orgullo, la codicia, etc., esa persona se vuelve insensible a las indicaciones que hace el Señor a lo largo de la vida. No le interesa. Se siente seguro por lo que tiene ahora. Llega al olvido de Dios: no le interesa. - Hay un gesto del ric...

Tal cual somos

Imagen
  Las lecturas de nuestra Santa Misa de este domingo tienen un claro mensaje: dejar la soberbia de lado. No es sana. No es buena y envenena el alma.          El mundo ha ido adoptando como norma el aparecer, el destacar, el llevar una vida “plástica”. Recientemente, han ocurrido una serie de hechos y algún que otro estudio que demuestran que el fenómeno de las redes sociales ha exacerbado la voluntad de aparentar una vida inexistente ante los demás. Al mismo tiempo, se vuelve noticia el que una persona humilde (objeto de burlas de otros, inclusive) aprovechando una oportunidad logra el reconocimiento y el éxito a los ojos del mundo. También ha aparecido un concepto llamado “karma” según el cual el soberbio o fanfarrón recibe una lección a los ojos de todo el mundo.          Todo esto es una señal inequívoca que el mundo sufre de un vacío de valores, de virtudes, de Dios.          Hoy en la pri...

La Lógica humana y la lógica del creyente en Cristo

Una de las cosas que más preocupa a la mayoría de los creyentes es el que “los demás” puedan decir algo de él, que destroce su fama y haga infructífero el testimonio de vida que procura en cada momento de su vida. Esa preocupación es inútil, porque “los demás” siempre tendrán algo que decir de los creyentes pues, precisamente, el testimonio de vida resulta incómodo para “los demás”. En la primera lectura, del libro de la Sabiduría, hemos escuchado la lógica de los hombres: “ Se dijeron los impíos: «Acechemos al justo, que nos resulta incómodo: se opone a nuestras acciones, nos echa en cara nuestros pecados, nos reprende nuestra educación errada» ”. El pasaje quiere poner en resalto el hecho de que los impíos (“los demás”) saben que su conducta es mala, es pecaminosa. Pero el orgullo y la soberbia ciegan de tal modo el corazón que, en lugar de enmendarse, quieren eliminar todo lo que les recuerde su mal comportamiento. Esa misma lógica humana la escuchamos en el Evangelio. El Se...

La parábola de los dos hijos

El pasaje del Evangelio de este domingo tiene una profundidad particular. Es conocido como la parábola de los dos hijos. En primer plano, la parábola va dirigida a los Sacerdotes y a los ancianos del pueblo. Ellos presumían de no tener pecado y esa soberbia cerraba el corazón a cualquier invitación a la conversión, por ejemplo, la que hizo Juan el Bautista. En cambio, otros personajes de Israel sí atendieron el llamado de Juan. En un plano más profundo, hay una sicología muy particular. Sin desvirtuar la Palabra del Señor, toma en consideración estos detalles: 1) Son dos hijos. Uno dijo “no” pero terminó obedeciendo y el otro dijo “sí” pero no obedeció. La pregunta de Jesús es quién cumplió verdaderamente la voluntad del papá. 2) La imagen del hijo obediente, el Señor la atribuye a los sacerdotes y ancianos. Les reprocha el que habiendo oído el mensaje de Juan, no aceptaron la invitación a cambiar de vida. 3) ¿Cuál es la razón por la cual no aceptaron la invitación a la co...