El Espíritu Santo nos guía a la verdad



Es inevitable que surjan diferencias entre los hombres. Y es inevitable porque todos somos distintos, tenemos biografías distintas, porque tenemos emociones diversas e intereses divergentes.

No deberíamos convertir las diferencias en una razón para dividirnos o para imponerlas a la fuerza. Al contrario, las diferencias deben ser el punto de partida para reconocernos diferentes, y a partir de la diversidad encontrar la verdad que no solo nos une, sino la verdad que puede y debe transformar nuestra vida.
Jesús es la verdad (Jn 14,6). Su vida, sus palabras –su mensaje– son guía segura para nuestra vida. Es cierto que ante la Palabra del Señor existen diversas actitudes: desde el rechazo, la ignorancia, pasando por aceptar lo que me es cómodo hasta llegar a la aceptación completa. ¿Cómo evitar no caer en el error o en la mentira?

La respuesta es sencilla: dejarnos guiar por el Espíritu Santo. Ya escuchamos, en el evangelio de la Misa, lo que nos dice Jesús: “Les he hablado de esto ahora que estoy con ustedes; pero el Consolador, el Espíritu Santo que mi Padre les enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo cuanto yo les he dicho”. La vida cristiana no es posible sin Él.
Las primeras comunidades cristianas vivían en paz, pero no demoró en aparecer la primera divergencia: los que provienen del paganismo, ¿deben hacerse judíos para luego ser cristianos? Hoy la respuesta nos parece sencilla, pero en ese entonces no era tan clara. ¿Cómo resolvieron este dilema? Se reunieron para tratar el tema, dejándose guiar por el Espíritu Santo. Cada quien expuso su parecer, y dejando de lado cualquier tipo de animosidad o emoción, se prestaron a escuchar. Se dejaron guiar por el Espíritu de Dios. Y llegaron a la verdad que los libera: No es necesario hacerse judío para ser cristiano.
Este modo de actuar debe ser un modelo para el trato entre nosotros. Hoy, lamentablemente, las discusiones no se plantean como búsqueda de la verdad sino como la imposición de una idea a cualquier costo. Y eso no está bien, porque es cerrar la puerta a la verdad.
Dejémonos guiar por el Espíritu Santo. En los momentos difíciles, invoquémoslo. Cuando no veamos claro la solución a un problema, llámalo. Y sé siempre dócil a sus inspiraciones.
¡Jesús nos bendiga y su Espíritu Santo nos guíe!

Comentarios

  1. COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
    EN LA CONDUCCION DIARIA

    Cada señalización luminosa es un acto de conciencia

    Ejemplo:

    Ceder el paso a un peatón.

    Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.

    Poner un intermitente

    Cada vez que cedes el paso a un peatón

    o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.


    Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.


    Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.


    Atentamente:
    Joaquin Gorreta 55 años

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