¿POR QUÉ TARDA EL PROCESO DE BEATIFICACION DEL DOCTOR JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ?
Es una
pregunta muy interesante, cuya respuesta, hecha con sinceridad, puede no ser
del agrado de muchos. Personalmente, creo que el Dr. José Gregorio Hernández
goza de una muy merecida fama de santidad pero la combinación de una serie de factores
ha hecho que nuestro médico de los pobres haya sido privado de la gracia del honor
de los altares. Haré una lista.
1) Un poquito de mala fortuna
Para el
momento en que falleció el Dr. José Gregorio Hernández, las normas vigentes
establecían que se debía esperar treinta años para comenzar una causa de
canonización. En el caso del Siervo de Dios venezolano, esto se cumplió al pie
de la letra, esto es, su causa fue iniciada en 1949. Desafortunadamente,
después fueron modificadas las normas sobre el proceso de beatificación en dos
oportunidades: la primera en el año 1969 con el Papa Pablo VI, y la segunda en
el año 1983, con el Papa Juan Pablo II. La Beata María de San José falleció en
1967, con lo cual su causa se vio beneficiada: en el año 1983, el papa Juan
Pablo II modificó el tiempo de espera de 30 a 5 años.
2) Falta de preparación técnica
En la
Iglesia las cosas no deben hacerse a la machimberra. Desde el año 1642, las
causas de los santos deben seguirse según una normativa muy estricta. El no
seguir o saltarse esas normas implica un retraso en la causa.
Desafortunadamente, las personas que han sido encargadas para llevar adelante
la causa han tenido muy buenas intenciones pero no han tenido la preparación
canónica necesaria. Para que tengan una idea: si algún día van a Isnotú, van a
encontrar una pared inmensa totalmente forrada de placas de agradecimiento por
favores concedidos. Cada uno de esos favores ha debido ser investigado e
instruido, para llevar un expediente de cada uno de ellos. Eso no se ha hecho.
Por otra parte, a la hora de hacer las instrucciones, las preguntas no se han
formulado correctamente o no se ha indagado convenientemente sobre los puntos
importantes. Todo esto hace que, a la hora de someter un presunto milagro ante
los comités teológico y científico, no se encuentra debidamente sustentado. Y
esto lo digo con perfecto conocimiento. En mi estadía en Roma procuré
informarme sobre el estado de la causa.
3) Falta de una adecuada catequesis
En la
Iglesia venezolana no hemos tenido el suficiente cuidado de brindar una
adecuada catequesis sobre el recto culto a los santos. Por otra parte, es
necesario brindar información a los fieles sobre la causa de beatificación del
Venerable, sobre la manera de proceder en el caso de la obtención de favores,
etc. Llama poderosamente la atención de que la fama de santidad del Dr. José
Gregorio Hernández se ha acentuado sólo en su actividad caritativa y no sobre
otras facetas en la que destacó no solo en Venezuela sino en América Latina:
como académico y como científico de primera línea. Sobre estas últimas, existe
un profundo desconocimiento en la población venezolana.
4) La falta de confianza del pueblo venezolano
En esta
etapa de la causa del Dr. Hernández se requiere la prueba y aprobación de un
milagro atribuido a su intercesión. El milagro es una acción extraordinaria no
explicable por la ciencia atribuida a la acción divina. No todo hecho que causa
asombro es un milagro. El hecho extraordinario no explicable científicamente
debe ser para la gloria de Dios o beneficio de los hombres. Así las cosas:
– No es
un hecho milagroso el que la imagen del Dr. José Gregorio Hernández haya
aparecido en una arepa, empanada, cachapa, casabe, pizza, en una pared, en una
radiografía, corteza de un árbol o en cualquier otra cosa.
– El
hecho milagroso debe ser atribuido a la intercesión del Venerable. Una de las
razones por las cuales la causa no avanza es por este particular. En las
declaraciones se encuentran afirmaciones como: “le pedí con mucha fe al Dr.
José Gregorio Hernández y a todos los santos”; “vi al Dr. José Gregorio
Hernández operándome junto con el Dr. José María Vargas y la Madre Emilia de
San José”. Estas afirmaciones, y otras por el estilo, hacen imposible probar la
intercesión del Venerable: ¿Fue por intercesión del Venerable, de algún santo o
de todos al mismo tiempo? ¿Quién dice que no fue por intercesión de la Madre
Emilia de San José? ¿Qué hacía José María Vargas? ¿Cómo decir que no fue un
acto de sugestión? Esto es un indicativo de la falta de confianza de los
devotos: se dejan llevar por el desespero y comienzan a pedir la intercesión de
quien sea...
– Tal
vez el error más grave es no actuar adecuadamente desde el inicio. Me explico.
Ante un hecho extraordinario, lo primero que se le viene a la mente de la gente
es comunicarlo a la prensa y este es un grave error. Lo primero que tienen que
hacer es informar a la autoridad eclesiástica más cercana para que se inicie
cuanto antes la fase previa de investigación que debe llevarse sin ningún tipo
de presión. Decirlo antes a la prensa tiene la dificultad de hacer alterar las
declaraciones haciendo más difícil la instrucción del proceso. Además, el
anunciarlo por la prensa puede crear una presión innecesaria en los peritos o
en los testigos del presunto hecho extraordinario.
5) Falta de fondos.
Sé que
es un asunto poco espiritual, pero sin dinero no hay causa que avance. De
hecho, en las normas para solicitar iniciar una causa de beatificación, el
Obispo Diocesano, antes de dar el visto bueno, debe cerciorarse de que la parte
actora tenga fondos suficientes para llevar adelante la causa. Les pongo unos
ejemplos para ilustrar la necesidad de fondos:
– Para
imprimir las estampas para divulgar la oración para pedir la intercesión del
Venerable, hace falta dinero. Para hacerlas llegar a todo el pueblo venezolano,
hace falta dinero.
–
Supongamos que ocurrió un presunto milagro en Elorza, Edo. Apure. El
vicepostulador está en Caracas. Apenas sea informado del hecho, debe
trasladarse a Elorza, pagar transporte, alojamiento de él y del asistente;
sacar fotografías, fotocopias, recopilar información, entrevistar a los
testigos del hecho extraordinario; si el hecho reúne las condiciones para
seguir adelante, debe redactar la petición al Obispo del lugar, pagar a los
peritos para que den su parecer, habilitar el tribunal eclesiástico del lugar,
si no lo hay, debe solicitar a la Santa Sede la prórroga a otro tribunal con el
permiso del Obispo, pagar el traslado del tribunal, pagar todas las costas
procesales, estar en comunicación con el Postulador de la Causa (que está en
Roma, Italia), cumplir con las formalidades de envío, pagar todas las costas
procesales en Roma, y las tasas ante la Congregación para las Causas de los
Santos. Cuando no hay fondos, hay que esperar que hagan las cosas por caridad,
que normalmente no se hacen tan rápido o con tanto interés como si estuviesen
pagando por su trabajo.
– Aún
cuando no está establecido en ninguna parte, en la práctica se hace: un órgano
informativo de la causa. Puede ser una hoja, una revista, una columna fija de
un diario de circulación nacional... y para eso hace falta recursos económicos.
– Con
el Vicepostulador deben trabajar personas de su total confianza, las que
considere necesarias. Esas personas deben ser remuneradas por su trabajo
(¡cestatickets incluidos!). En la oficina del Vicepostulador debe haber los
archivos, teléfonos, fax, laptop, impresora, escaner, carpetas, hojas,
bolígrafos... todo lo necesario para que la causa no se retrase en lo mínimo.
– El
Vicepostulador, aunque no lo dice en ninguna parte, debe recorrer todo el país
para difundir la devoción al Venerable y dando la información al Clero y fieles
sobre la manera en que se debe actuar y la manera correcta de invocar la
intercesión del Venerable.
Un
ejemplo de cómo se debe actuar en una causa de beatificación es el proceso
llevado al hoy beato Juan Pablo II. A los días de la dispensa, fue nombrado
postulador de la causa un sacerdote polaco, doctor en derecho canónico, quien
trabajaba ya en los tribunales eclesiásticos de Roma. Después de abierta la
causa, el Vicariato de Roma anunció la apertura de un correo electrónico, la
creación de un fondo para las ayudas económicas y una revista para difundir e
informar sobre la causa (la revista se llama Totus tuus). En una entrevista concedida a Zenit (una agencia de
información católica) el postulador, Mons Sławomir Oder, dejó
las pistas de cómo se debe actuar en el caso de un presunto milagro:
- ¿Cuánto tiempo pasó desde la muerte de Juan Pablo
II hasta la presentación del milagro?
Monseñor Oder: El milagro, reconocido como tal,
sucedió en julio del mismo año.
– ¿Y cuánto tiempo pasó hasta ser reconocido?
Monseñor Oder: Nosotros concluimos el proceso en el
2007, y el del milagro fue presentado un día antes de la clausura de la
investigación diocesana sobre las virtudes. Así que hablamos de junio de 2007.
– ¿Se presentaron otros milagros?
Monseñor Oder: Ha habido muchas gracias y otros
presuntos milagros. De estos, algunos han sido investigados, porque es la
práctica habitual. Antes de realizar un estudio sobre el milagro, se hace un
estudio previo que, de algún modo, garantiza el mismo proceso. En algunos casos
hemos investigado y las premisas eran buenas. No se han continuado sólo porque
ya estaba en curso el proceso sobre el milagro elegido.
- ¿Nos puede decir en qué países se dieron estas
gracias?
Monseñor Oder: Han tenido lugar en Francia, en los
Estados Unidos, en Alemania y en Italia.
Estas son las razones por las que el Venerable Dr. José Gregorio
Hernández Cisneros, nacido en Isnotú (Edo. Trujillo) el 26 de octubre de 1864 y
fallecido el 29 de junio de 1919 en Caracas, políglota, médico, científico y
filósofo, hombre caritativo y cristiano a carta cabal, aún no goza del honor de
los altares.
Muchos factores importantes en los cuales debemos trabajar todos..desde los fieles hasta la màs alta jerarquìa de la iglesia
ResponderEliminarDos factores, el primero que no es muy importante para la iglesia es que era un a persona racista y el segundo que tiene màs importancia para la iglkesia es su supuesta sexualidad,
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