Entradas

HACER NUESTRA LA SALVACIÓN DE CRISTO JESÚS

La semana pasada ya habíamos indicado el camino de la conversión: el primer paso es el arrepentimiento y el segundo es asumir el cambio de actitud, alejándose del mal. Las lecturas de hoy nos invitan a considerar un hecho importante en la vida del cristiano: hacer nuestra la salvación que Cristo nos ofrece. San Pablo es un ejemplo elocuente de cómo hacer nuestra la salvación. A lo largo de los Hechos de los Apóstoles y en sus cartas va contando lo que era su vida, y de como un encuentro con Cristo le hizo cambiar todas sus perspectivas y prioridades. En el hermoso pasaje de la Carta a los Filipenses lo deja muy claro : Todo lo que era valioso para mí, lo consideré sin valor a causa de Cristo . Al cristiano le mueve una certeza: solo en Cristo puede encontrar la salvación. Salvación que no es otra cosa que sabernos perdonados y bendecidos por el Señor, que nos libra de la condenación eterna y de los peligros para nuestra vida. Para hacer nuestra la salvación hemos de ac...

EL CAMINO PARA HACER NUESTRA LA MISERICORDIA

Escuchamos en el Evangelio de hoy la parábola de la misericordia por excelencia: la parábola del hijo pródigo. Son muchísimas las reflexiones que podríamos hacer porque el pasaje es hermoso y rico en detalles, pero me detendré en dos. 1)       ¿En qué consiste el pecado? En la parábola escuchamos la decisión del hijo menor: pide su herencia y se va lejos de la casa del padre. Allí se olvida del amor de su familia, el chico se cree autosuficiente, se vuelca a los placeres y vacía todas sus riquezas, riquezas que recibió de su familia y su casa. Lo desperdició todo. El segundo momento, la vaciedad y la soledad absoluta. El chico siente la soledad de los “amigos”, la tristeza de haber dilapidado toda la riqueza de su casa y su familia. Tiene hambre –siente el vacío en su estómago– y en vez de volver sobre sus pasos y volver a encontrar la riqueza de su casa, va a hundirse cuidando lo que es prohibido, y desea llenar el vacío con la porquería. A...

Primer domingo de cuaresma: Las tentaciones...

El primer domingo de cuaresma tiene siempre como tema las tentaciones del Señor en el desierto. Hoy leemos el relato del evangelio según San Lucas. Una tentación no es otra cosa que una acción sobre nuestra alma para alejarnos de Dios. Las tentaciones no son malas; Dios las permite para que nos fortalezcamos. El Tentador, en la Sagrada Escritura, se llama Satanás, cuyo nombre significa “Adversario”. En el relato de hoy escuchamos las tres tentaciones: “ Si eres el Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan ”. Es la tentación de superponer los bienes materiales y las necesidades por encima de la Voluntad salvífica de Dios. Es pensar que la comida, la apariencia, la fiesta, la bebida… son más importantes que Dios. Y es la tentación en la que cae la inmensa mayoría de los fieles. “ A mí me ha sido entregado todo el poder y la gloria de estos reinos, y yo los doy a quien quiero. Todo esto será tuyo, si te arrodillas y me adoras ”. Es la tentació...

El primer paso para preparar el camino del Señor

En más de una ocasión, cuando vemos algún problema, nos tomamos unos momentos para organizar en nuestra cabeza cómo vamos a solucionarlo, cuáles serán los pasos que iremos dando para lograr nuestro objetivo. En el caso de hoy, el objetivo ha sido propuesto ya desde hace miles de años, y es un objetivo perenne: Preparen el camino del Señor, hagan rectos sus senderos. La pregunta clave ahora es ¿cómo iniciamos? ¿Cómo comenzamos a preparar el camino del Señor?. Y aquí cada quién podrá tener su opinión. No obstante, hay algunas cosas que habrá de tener presente, una en especial: El objetivo es preparar el camino del Señor. Ahora bien, el punto de partida debe ser especificar cuál “señor”. A lo largo de nuestra vida, los intereses y necesidades hacen que perdamos de vista al único Señor. Resulta llamativo el hecho de que, por ejemplo, haya alguna persona que puede hacer el gran sacrificio económico y de tiempo por ir a ver un juego de béisbol en el estadio y no haga el mínimo e...

Domingo XXXIII del tiempo ordinario - Ángelus del Papa Francisco

“Queridos hermanos y hermanas. El evangelio de este penúltimo domingo del año litúrgico nos propone una parte de las palabras de Jesús sobre los eventos últimos de la historia humana, orientada hacia el pleno cumplimiento del reino de Dios. Es la prédica que Jesús hizo en Jerusalén antes de su última pascua. Eso contiene algunos elementos apocalípticos, como las guerras, carestías, catástrofes cósmicas. “ El sol se oscurecerá, la luna no dará más su luz, las estrellas caerán del cielo y las potencias que están en el cielo serán trastornadas ”. Entretanto estos elementos no son la cosa esencial del mensaje. El núcleo central en torno al cual giran las palabras de Jesús es Él mismo, el misterio de su persona y de su muerte y resurrección, y su retorno al final de los tiempos. Nuestra meta final es el encuentro con el Señor resucitado. Yo quisiera preguntarles ¿cuántos piensan sobre ésto?: 'Habrá un día que yo encontraré cara a cara al Señor'. Y esta es nuest...