He will come back

 Hoy en muchos lugares del mundo celebramos la solemnidad de la Ascensión del Señor a los cielos. Pasados los cuarenta días de su Resurrección, el Señor vuelve nuevamente donde el Padre. Para ello, los evangelistas se sirven de la imagen de "subir a los cielos". Y eso lo profesamos en el credo.

De las lecturas de la Santa Misa de hoy podemos sacar en claro tres cosas que nos ayudan en nuestra experiencia del seguimiento a Cristo. 

El Señor asciende al cielo. Con ello nos enseña nuestro Señor Jesucristo que nuestro destino es y debe ser la casa del Padre. Es por ello que todo creyente debe tener presente en todo momento que las actividades de nuestra vida deben mirar a la eternidad. Y donde ha llegado Él también podemos y debemos llegar nosotros.

Nuestro Señor Jesucristo es el intercesor más poderoso ante el Padre. Profesamos en el credo que Él subió a los cielos y está sentado a la derecha del Padre. La Iglesia nos enseña que Jesucristo es el mediador entre Dios y los hombres y, por lo tanto, se convierte en el intercesor más poderoso. Es la explicación más sencilla de porqué todas las oraciones en la Iglesia terminan usualmente con la frase "por Jesucristo Señor nuestro".

Jesucristo estará siempre con nosotros todos los días hasta el fin del mundo. Lo escuchamos en el Evangelio de nuestra Santa Misa (Mt 28, 20). Nosotros, como discípulos de Cristo Jesús, hemos de entender y aprender que, aunque el Señor se encuentra a la derecha del Padre, no por eso se ha alejado de nosotros. El discípulo de Cristo se sabe siempre en presencia y compañía de nuestro Señor Jesucristo en todos los momentos y circunstancias de su vida. Es por ello que al Señor Jesús le llamamos "el amigo fiel" porque jamás se aparta de nuestro lado.

Que esta fiesta de la Ascensión del Señor nos recuerde que tenemos al intercesor más poderoso ante el Padre, que nos ha señalado el camino hacia la felicidad eterna y que siempre vamos a gozar de la presencia y compañía de nuestro Señor Jesucristo.

A Él la gloria el honor y el poder por los siglos de los siglos.


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