La experiencia de ser tentados
🟣 El Evangelio de la Santa Misa del primer domingo de cuaresma nos narra el episodio de la vida del Señor que conocemos como las tentaciones en el desierto. Sobre este pasaje podemos hacer las siguientes reflexiones:
1️⃣ No estamos exentos de ser tentados. El mundo, el demonio y la carne van a tratar de apartar de Jesucristo el corazón de los creyentes. Y no debe resultarnos extraño. El objetivo es ése: que cada hombre se aleje de Jesucristo.
2️⃣ El demonio, con tal de apartarnos de Cristo, se sirve de lo que sea, incluso de la misma Palabra de Dios. Efectivamente, escuchamos en el Evangelio como el demonio cita la Sagrada Escritura para hacer fracasar a Jesucristo en su misión.
3️⃣ Las tentaciones del demonio pueden centrarse en las necesidades materiales. Y así, vamos a encontrarnos personas que van a poner los valores espirituales en un segundo lugar. No hay duda que algunas cosas materiales resultan necesarias, pero la necesidad de ellas no debe ser una razón para olvidarnos de Dios: _“Está escrito: No sólo de pan vive el hombre”_
4️⃣ También pueden enfocarse en afán del poder. No necesariamente tiene que ver con aquellos que se aferran al gobierno a cualquier costo, sino que pueden servirse de la posición más pequeña para sentir que pueden subyugar a otro, solo por sentirse “poderoso”. Su dios es el poder. Nadie debe olvidar que algún día habrá de presentarse ante el Tribunal de Jesucristo Justo Juez y que habrá de rendir cuenta de sus acciones. El creyente debe tener claro que la honestidad y el servicio forman parte del modo de actuar ordinario, porque el bien o el mal que hagamos a otro, lo hacemos también a Jesucristo. Por eso, el Maestro nos recuerda: _“Está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a él sólo servirás”._
5️⃣ Finalmente, todos podemos ser tentados en nuestro orgullo: pretender que Dios sea un sirviente o una especie de niñero, que sea una persona que nos brinde un espectáculo o que las cosas de Dios deban serlo siempre. El Señor espera de nosotros el obsequio de nuestra vida y que nosotros hagamos de Jesús el centro y la razón de ser de nuestra vida: _“Muy a tu alcance, en tu boca y en tu corazón, se encuentra la salvación, esto es, el asunto de la fe que predicamos. Porque basta que cada uno declare con su boca que Jesús es el Señor y que crea en su corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, para que pueda salvarse”._ Esta tentación es la más sutil porque el demonio puede servirse de cosas buenas y santas para apartar el corazón de Cristo, como es el caso de la superstición.
🟣 Somos y seremos tentados. Es normal. Mientras tengamos la voluntad de seguir a Jesucristo, el demonio va a tratar de separarnos del Maestro. Pero en Cristo Jesús y su Palabra podemos encontrar la fuerza para superarlo.
🙏🏻 Bendiciones para todos.
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