La grandeza está en el servicio



En el Evangelio de nuestra Misa hemos escuchado un hecho que casi causa indignación: dos hermanos, Apóstoles, piden a Jesús que cuando se instaure su Reino ellos estén a su lado. Jesús le dice que hay una condición: hay que pasar por muchos sufrimientos. Ellos dicen que están dispuestos. Jesús le dice después: “eso de sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo”.
Los demás Apóstoles se indignaron. Por lo visto la razón de su molestia no estaba en que ellos pidieran un puesto privilegiado, sino que quisieran ponerse por encima de los demás. Y aquí, Jesús muestra por qué lleva el título de Maestro.
La grandeza no está en ocupar un puesto de “poder”, sino en servir a los demás: “Ya saben que los jefes de las naciones las gobiernan como si fueran sus dueños y los poderosos las oprimen. Pero no debe ser así entre ustedes. Al contrario: el que quiera ser grande entre ustedes, que sea su servidor, y el que quiera ser el primero, que sea el esclavo de todos, así como el Hijo del hombre, que no ha venido a que lo sirvan, sino a servir y a dar su vida por la redención de todos”.
El servicio que pide Cristo no es humillación. El servicio es una forma de amor que busca el bien del otro, pero eso no significa humillarse y recibir maltratos. El servicio se manifiesta, en primer término, en el cumplimiento de nuestro trabajo y nuestra condición: en la medida en que cada quien haga bien su trabajo, presta ya un gran servicio. Del mismo modo, cuando cada quien vive su condición (hijo, padre, madre, esposo o esposa, sacerdote) presta ya un servicio. Cuando se apartan de esa condición, se comete una injusticia que introduce un desorden en la comunidad.
Además, en condiciones especiales, el servicio llega a situaciones especiales: actividades extraordinarias para un servicio a los demás. Así, por ejemplo, ayudar a una persona en necesidad, o atender un enfermo o acompañar a alguien en necesidad.
No lo olvidemos: Dios sirve a todos, pero no se humilla ante nadie. Que Dios te bendiga.

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