La obra del Espíritu Santo en nosotros

 Hoy, domingo de Pentecostés, resulta obligado hacer una reflexión sobre el Espíritu Santo en la vida de la Iglesia. Y el campo de reflexión resulta amplísimo: desde la acción en los sacramentos, hasta la guía de toda la Iglesia. Pero, elijo uno para compartir con todos.

Supongamos que una empresa tiene una serie de empleados. El jefe descubre que entre ellos hay uno que es una eminencia en lo a informática se refiere. No obstante, sabiendo que la empresa tiene necesidad de una persona con sus cualidades, le deja en el mismo puesto irrelevante.

Todos podríamos pensar que el jefe de esa empresa es un idiota y un incompetente. Y no nos faltaría razón. Una actitud similar es atribuible a los cristianos cuando no dejan que el Espíritu Santo actúe en ellos.

  • Cuando un creyente pone como criterios de su vida los que son diferentes al mensaje de Cristo, le pone freno a la acción del Espíritu:
  • Cuando solo confías en tus cualidades y tus fuerzas, impides la acción del Espíritu Santo.
  • Cuando ponemos como criterio “lo que le gusta a la gente” y no lo que quiere Jesucristo, hacemos ineficaz la acción del Espíritu Santo.
  • Cuando pongo “peros” y obstáculos a los encuentros con Cristo en la oración, los sacramentos, la meditación de la Palabra y la ayuda al necesitado, no dejo hacer al Espíritu Santo.
  • Cuando encuentro mil razones por la que cualquier cosa es más importante que poner en práctica el Evangelio y no encuentro una sola por la que valga la pena ir al encuentro de Cristo Jesús, ahogo la fuerza del Espíritu.
  • Cuando no pongo los criterios de Cristo Jesús en mi actuar, entonces mando al Espíritu Santo “a la perrera”.

Hoy es una ocasión propicia para ver cómo va nuestra relación con el Espíritu Santo, como dejamos obrar al Espíritu en nuestra vida. Y eso es una acción del Espíritu en nosotros: “Nadie puede llamar a Jesús "Señor", si no es bajo la acción del Espíritu Santo” (1Co 13, 3).

Que el Espíritu Santo guíe nuestra vida al encuentro de Cristo Jesús, Señor nuestro.

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