¡No te distraigas!
Estamos hoy al inicio del Adviento, tiempo para prepararnos a la celebración del Nacimiento de Cristo Jesús, Dios y hombre verdadero. Justo hoy, las lecturas de la Santa Misa nos invitan a no distraernos.
Hoy estamos bombardeados de estímulos múltiples, casi todos nacidos de intereses egoístas y materialistas: compra porque llega el Black Friday, llega la Navidad compra tal cosa o cual otra…, pero no hace falta que vayas al local, pídelo en línea…, compra tal y cual cosa para la cena de Navidad porque comer es lo más importante…, compra 100 décimos de la lotería porque es el mejor regalo que puedes hacer…, haz ahora tus compras para los regalos de reyes…
Todas esas cosas nos distraen y hacen que no nos centremos en lo verdaderamente importante: Jesucristo y su mensaje.
En la primera lectura (Is 63, 16-17. 19; 64, 2-7), el profeta se lamenta por el pueblo porque, a pesar de las múltiples manifestaciones del Señor en medio del pueblo, éste no reconocía al Señor. Aún así, Dios se muestra dispuesto y solo espera la respuesta de cada uno. El profeta utiliza una imagen preciosa: Sin embargo, Señor, Tú eres nuestro Padre, nosotros la arcilla y Tú el alfarero: somos todos obra de tu mano.
En el Evangelio escuchamos la invitación de Jesús a estar alerta (Mc 13, 33-37). Ciertamente, se refiere al final de los tiempos (que muchos creyeron inminente), pero es un consejo válido siempre. Debemos evitar las distracciones para estar siempre dispuesto a encontrarnos con Cristo Jesús en la oración, los sacramentos, la Palabra, en la reunión con los hermanos en la fe y en los necesitados.
Finalmente, un consejo para este tiempo de adviento: no pierdas de vista a Jesucristo y los detalles que te ha regalado, y que te regala cada día. Y muéstrate agradecido.
¡Bendiciones del Niño Jesús para todos!
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