Confiar en Dios en lo que hacemos
Una actitud necesaria en el creyente es la confianza en Dios, especialmente cuando implica un sacrificio personal. Y las lecturas de hoy nos invitan a reflexionar sobre ese particular. En la primera lectura (1Re 17, 10-16) escuchamos como el profeta pide a una viuda en Sarepta que le dé de comer, cuando apenas ella tenía para sí y para su hijo. Ante la razonable queja de la viuda, el profeta le pide que tenga confianza en el Señor, que no la abandonará en este momento difícil. Dice el pasaje que no le faltó a la viuda la harina y el aceite suficiente para superar la hambruna de aquellos días. En el Evangelio (Mc 12, 38-44) escuchamos como el Maestro teje una alabanza de una pobre viuda que deja una pequeña ofrenda en la alcancía del Templo de Jerusalén, pequeña a los ojos de los hombres, pero grande a los ojos de Dios. Se deja entrever, en las palabras del Señor, que esa viuda ha hecho un gran sacrificio para dejar esas pocas monedas. Ciertamente nosotros en nuestra vida nos movemos