Tres cosas...
Docilidad:
En las lecturas de la Misa de hoy aparece la imagen de la luz. Caminarán
los pueblos a tu luz y los reyes, al resplandor de tu aurora Caminarán los
pueblos a tu luz y los reyes, al resplandor de tu aurora.
La imagen de la luz – oscuridad es reveladora puesto que en la oscuridad no
distinguimos, mientras que con la luz vemos las cosas en sus dimensiones. Jesús
se presenta como luz en nuestra vida: solo en Él podemos distinguir y discernir
todas las cosas y situaciones de nuestra vida. Lo que verdaderamente distingue
al cristiano es la docilidad a Cristo, a luz que nos da con su vida y su
palabra. Seamos, entonces, dóciles.
Reconocimiento:
Los Magos llegaron con un convencimiento a Jerusalén. Todos los signos que Dios
les había presentado le indicaban que el Mesías Rey había nacido. Y cuando
llegaron a Belén, lo reconocieron. De igual manera, todos debemos reconocer a
Cristo como Dios verdadero que ha puesto su morada entre nosotros, como hombre
verdadero que ha querido ser semejante a nosotros y como Rey que quiere lo
mejor para nosotros. Sólo así sabremos y podremos compartir con los demás que
Jesús es lo mejor que nos ha pasado en nuestra vida.
Ofrenda:
Los Magos dejaron su ofrenda al Niño Jesús. Dieron lo que tenían al Mesías. De
igual manera, cada quien debe dar a Jesús lo que es y lo que tiene. Que Él haga
de nosotros lo que quiera. Nos ponemos en sus manos. Nuestra fe nos lleva a la
confianza, esa confianza nos debe llevar al amor y a la convicción de que Jesús
siempre quiere lo mejor para nosotros.
Que
el Dios, Hombre y Rey verdadero nos bendigan hoy y siempre.
Comentarios
Publicar un comentario