¿Preparados?
El inicio del Adviento nos trae una llamada de atención: hemos de estar preparados para recibir al Señor, pues no sabemos ni la hora ni el momento en el que llegará. Ciertamente que se trata de una venida al final de los tiempos. Pero, siendo el adviento un tiempo que nos permite prepararnos a la gran fiesta de la Navidad, esta llamada de atención es una oportunidad para centrar nuestro pensamiento y nuestra vida en lo esencial: la centralidad de la Persona de Jesús en nuestras vidas. Preparar la Navidad es ayudarnos a estar listos para recibir en todo momento al Señor, quien se manifiesta en su Palabra y de tantos modos. Sin embargo, podríamos dar la impresión de que nos hemos dejado ganar. Ya el mundo del consumismo y del materialismo hasta se nos ha adelantado desde hace varias semanas: