Cuando nuestra vida adquiere sentido
Una de las grandes inquietudes de la humanidad es la búsqueda de sentido a la propia vida. Eso ha dado lugar a un sin fin de movimientos ideológicos que tratan de ofrecer “algo” para que la vida de muchos no sea vacía. El mayor problema de eso es que no es suficiente. Pertenecer a algún movimiento puede hacer salir del hastío a una persona por un tiempo, pero no de manera indefinida. Entonces comienza a buscar nuevos movimientos, encuentra uno, se harta y recomienza la búsqueda. Ya San Agustín, en sus Confesiones , narraba esa experiencia. Solo la fe en Cristo y su mensaje da un sentido completo a la vida de todo hombre. No en balde se ha dicho que la Santísima Trinidad es el misterio central de nuestra fe. Y lo es. Las lecturas de la Santa Misa de hoy nos enseñan como la Santísima Trinidad nos ayudan a comprender nuestra vida. En la primera lectura (Dt. 4,32-34.39-40) Moisés invita al pueblo a mirar atrás y reconocer todas y cada una de las intervenciones que ha hecho el Señor a lo la