Mensajero

El Señor en los Evangelios se aplica el título de Buen Pastor. Para una sociedad “citadina” la figura es extraña. El pastor es la persona que guarda, guía y apacienta el ganado, especialmente el de ovejas.

Desde los inicios los Apóstoles han visto y enseñado una estrecha relación entre el Bautismo y la muerte y resurrección de Cristo. Dice San Pablo: “¿No saben que todos nosotros, al ser bautizados en Cristo Jesús, hemos sido sumergidos en su muerte? Por este bautismo en su muerte fuimos sepultados con Cristo, y así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la Gloria del Padre, así también nosotros empezamos una vida nueva ” (Rom 6, 3-4).

Una pequeñita descripción de los dones del Espíritu, que recibimos en el sacramento de la confirmación.

Seguramente lo primero que nos vendría a la mente es un concepto similar a “compasión” o “lástima”. Probablemente en el lenguaje ordinario sea así, pero, en el lenguaje bíblico es un concepto mucho más rico.

     Desde hace unos cuantos años se ha ido difundiendo un correo electrónico con un supuesto contenido apocalíptico del tercer secreto de la Virgen de Fátima. Una amiga me escribió casi en un ataque de angustia. En esa ocasión le escribí una carta aclarándole algunas cosas. Esta carta la comparto con Uds. ahora.

Últimamente la Iglesia ha pedido que se haga un esfuerzo por utilizar los medios de comunicación para evangelizar. Internet es uno de ellos. Ya he hecho -y estoy haciendo- una labor en Facebook, pero quiero hacer un esfuerzo más para ayudar a la Iglesia.