La obra del Espíritu Santo en nosotros
Hoy, domingo de Pentecostés, resulta obligado hacer una reflexión sobre el Espíritu Santo en la vida de la Iglesia. Y el campo de reflexión resulta amplísimo: desde la acción en los sacramentos, hasta la guía de toda la Iglesia. Pero, elijo uno para compartir con todos. Supongamos que una empresa tiene una serie de empleados. El jefe descubre que entre ellos hay uno que es una eminencia en lo a informática se refiere. No obstante, sabiendo que la empresa tiene necesidad de una persona con sus cualidades, le deja en el mismo puesto irrelevante. Todos podríamos pensar que el jefe de esa empresa es un idiota y un incompetente. Y no nos faltaría razón. Una actitud similar es atribuible a los cristianos cuando no dejan que el Espíritu Santo actúe en ellos. Cuando un creyente pone como criterios de su vida los que son diferentes al mensaje de Cristo, le pone freno a la acción del Espíritu: Cuando solo confías en tus cualidades y tus fuerzas, impides la acción del Espíritu Santo. Cuando