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Mostrando entradas de octubre, 2021

La meta está clara

A lo largo de nuestra vida, podemos correr el riesgo de distraernos y no tener presente la meta. Las distracciones pueden provenir de pequeños o grandes avatares, intereses, emociones, etc. Y en nuestra vida religiosa, ocurre exactamente igual. En la época en que el Señor Jesús peregrinó por Tierra Santa, los estudiosos de la Sagrada Escritura habían llegado a un nivel tan absurdo que discutían cual podría ser el mandamiento mas importante de la ley. Algunos afirmaban que todos eran iguales, otros que habían algunos más importantes que otros, pero no coincidían en su apreciación. No es raro que un escriba (un estudioso de la ley mosaica) tuviese dudas. En el Evangelio de hoy (Mc 12, 28b-34) un escriba le hace la pregunta al Señor. El Maestro le recuerda una oración —el Shemá Yisrael— que los israelitas repetían muchas veces durante el día (Deut 6,2-6). Junto al mandamiento de “ amar a Dios sobre todas las cosas y con todo el corazón ”, Jesús pone el “ amor al prójimo como a uno mismo ”

Soltó el manto...

 En el Evangelio de nuestra Santa Misa escuchamos el hermoso pasaje del ciego Bartimeo (Mc 10,46-52). A las afueras de la ciudad de Jericó, sabiendo que era el Señor que pasaba, le pide que tenga misericordia de él. Y lo hace insistentemente. Los viandantes interceden por él ante Jesús, y el Maestro accede a encontrarse con Bartimeo. Hay un pequeño gesto que el Evangelista menciona: soltó el manto . El manto era una indumentaria muy útil en la época en la que el Señor peregrinó por el territorio de Israel. Servía para protegerse del polvo y el viento, para conseguir sombra o para tenderlo sobre una superficie y descansar. No es extraño que Bartimeo tuviese un manto. Una cosa tan útil en ese momento preciso para el encuentro con el Maestro es desechada por Bartimeo. Para un ciego, encontrarse envuelto en un manto resulta una situación muy incómoda si tiene necesidad de moverse con rapidez. Bartimeo quería encontrarse con Jesús en ese momento y el útil manto se convierte en un obstáculo.

Las pruebas

En el Evangelio de este domingo (Mc 10,35-45) escuchamos la petición particular de los hermanos Santiago y Juan. Piden a Nuestro Señor que los tenga en un puesto preferencial cuando reine sobre el universo. Ante esa petición poco usual, Nuestro Señor Jesucristo les pregunta si ellos serán capaces de superar la prueba por la que el Señor también ha de pasar. Santiago y Juan responden que sí serán capaces. Entonces el Señor les aclara que ese puesto preferencial no corresponde a Él concederlo. Esa prueba a la que hace referencia Jesús sin duda se trata de su pasión. El Señor les hace saber que ellos también entregarán su vida. Y el Maestro lo llama prueba porque, como es comprensible, la firmeza de nuestra fe medirá en ése y en otros momentos de adversidad. L a condición de creyente en Cristo Jesús implica que nuestra vida estará llena y acompañada de críticas, de rechazos, de difamación, de ofensas… y todo ello es por nuestra condición de seguidores de Cristo y miembros de la Igl

Aunque la mona se vista de seda...

 Un refrán ampliamente conocido reza: aunque la mona se vista de seda, mona se queda . Ello quiere decir que por más que se intente disfrazar la realidad, las cosas seguirán siendo lo que son. La sociedad actual se ha dejado llevar por múltiples ideologías, muchas de ellas hunden sus fundamentos en actitudes y comportamientos contrarios a la voluntad de Dios. El objetivo de esas ideologías es contradecir los valores que han fundamentado la sociedad. Uno de esos tantos valores son los valores morales dejados por Jesucristo a su Iglesia.  El hecho es que hoy los valores tradicionales y cristianos sufren un ataque que, personalmente, califico de irracional. Sociedades y gobiernos gastan millones en promover esas ideologías y crear un aparato legal para callar las voces disidentes y en algunos casos, calificar como delito la defensa de los valores cristianos. Un punto que reconocen hasta los mismos promotores de esas ideologías es que contradicen hasta la misma naturaleza. Para superar ese