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Mostrando entradas de mayo, 2017

Dar razón de nuestra esperanza (1Pe 3, 15)

En la segunda lectura de nuestra Santa Misa de hoy, escuchamos un pasaje de la primera carta de San Pedro. El primer Papa escribe consciente de su misión de confirmar en la fe a todos sus hermanos de todos los tiempos. Hoy, la Iglesia propone para nuestra consideración un consejo válido siempre, que además debe ser la actitud perenne del creyente: estar dispuestos a dar razón de nuestra esperanza. ¿En qué espero? ¿En qué confío? En que si permanezco fiel a Jesucristo, Él me concederá la vida eterna. ¿Cómo muestro ser fiel? Ya escuchamos la respuesta en el evangelio de nuestra Misa: El que acepta mis mandamientos y los cumple, ése me ama . Aceptando los mandamientos de Jesús y cumpliéndolos. Es la consecuencia lógica y necesaria de aceptar a Jesús como mi Salvador y mi Señor. La adversidad suele ser la excusa mayor por la cual las personas dejan de ser fieles al Señor. Resulta más cómodo para las personas abandonar la fe en Cristo Jesús, por la que nos llamamos cristianos, y s

Acérquense a Jesucristo (1Pe 2,4)

En la segunda lectura, tomada de la primera carta del Apóstol San Pedro, hace un llamado, perenne por demás, a acercarnos a Jesucristo. Él es el objeto de mayor valor al que podemos aspirar puesto que es “ rechazada por los hombres, pero escogida y preciosa a los ojos de Dios ”. Ciertamente, hay algo que no podemos negar: Jesucristo no es del aprecio de la mayoría de los hombres porque un encuentro con Él hace que cambiemos. Y los hombres no son muy proclives al cambio. La primera consecuencia del encuentro con Jesús es la vida. Ya escuchamos en el evangelio de la Misa de hoy que Jesús es el camino, la verdad y la vida. Él es la vida. Solo que no en el sentido que podamos entenderlo el día de hoy (algo como signos vitales o como capacidad de rumbear, o algo así). Esa no es la vida que nos ofrece Cristo Jesús: nos ofrece la vida eterna, nos ofrece una nueva manera de vivir, nos ofrece una nueva manera de ver el mundo, nos ofrece la felicidad verdadera como la genuina manera de vi

La imagen del Buen Pastor

Imagen
Ya en el Antiguo Testamento se encuentra la imagen del Señor como pastor del pueblo de Israel. Tal vez la representación más elocuente sea el salmo 23 (22) que escuchamos en las lecturas de la Santa Misa de hoy: El Señor es mi pastor, nada me falta . La imagen tiene una enseñanza doble: la primera, que el Señor Jesús es guía segura de su pueblo; la segunda, que nosotros, sus ovejas, debemos ser dóciles a la guía de Jesús. Jesús es la guía segura para la Iglesia : La Iglesia tiene un elemento que la identifica: la fidelidad a Jesucristo. En el momento en que la Iglesia o uno de sus miembros se apartan de la doctrina segura de Jesucristo, deja de estar en comunión con Él. Jesucristo es el Dios hecho hombre que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. En el Evangelio de la Misa de hoy escuchamos lo que dice Jesús: “ Les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes que yo, son ladrones y bandidos; pero mi

Las incongruencias del gobierno

Maduro convoca a una constituyente con unos objetivos. Esa misma convocatoria, por sus considerandos, es inconstitucional. La razón es simple: los fines de una Asamblea Constituyente son: 1) transformar el Estado, 2) crear un nuevo ordenamiento jurídico y 3) redactar una nueva Constitución. Por el carácter originario, la Asamblea Nacional Constituyente no puede tener límites. En la mente del convocante, lo que quiere es una reforma constitucional, y eso es tarea de la Asamblea Nacional, tal como lo establecen los aa. 342-345. ¿Por qué es una reforma constitucional? Simplemente porque no quiere los fines de la Constituyente sino los siguientes, de acuerdo al decreto: ·          El perfeccionamiento del sistema económico nacional. ·          Constitucionalizar las Misiones y Grandes Misiones Socialistas. ·          La ampliación de las competencias del Sistema de Justicia. ·          Constitucionalización de las nuevas formas de la democracia participativa