Somos barro en la mano del Señor
Ciertamente, el Evangelio de hoy resulta una invitación a no bajar la guardia en nuestra fidelidad. En este tiempo que media entre la primera y la segunda venida del Señor, tendremos muchas tentaciones de bajar los brazos y desistir en la lucha atenta y vigilante. No obstante, hoy quisiera dejarte una reflexión sobre la primera lectura de la Misa de hoy. Tiene una belleza particular. El profeta ha sido testigo de un momento especial en la historia de Israel. Los deportados y los hijos de los deportados vuelven al territorio de Israel. La encuentran muy descuidada y deprimida. Muchos de los retornados se habían alejado de las prácticas de la religión hebrea y se habían olvidado de los mandamientos de Dios. El profeta hace una oración/meditación en la que recuerda el amor de Dios por su pueblo, amor que ha llevado de librarlos de sus enemigos. El profeta le llama “Padre y Redentor”. A ese Padre, el profeta pregunta: “ ¿Por qué, Señor, nos has permitido alejarnos de tus m