Nuestra respuesta personal a Cristo Jesús
En el Evangelio de nuestra Misa de hoy escuchamos una escena que el evangelista ubica en la región de Cesarea. Jesús hace dos preguntas. La primera: “¿quién dice la gente que es el Hijo del hombre? ” El evangelista deja constancia que sus discípulos le contestaron una cantidad variopinta de personajes que las gentes atribuían a Jesús: “ Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que Jeremías o alguno de los profetas ”. El Señor hace a continuación la pregunta eterna. La llamamos así porque todo cristiano, no importa la época, no importa la edad, debe escuchar esta pregunta del Señor y debe dar su respuesta. Jesús pregunta: “ Y ustedes, ¿quién dicen que soy Yo? ”. En este caso, ya no responden todos. No se trata de referir lo que dicen otras personas. Ahora se trata de una respuesta personal. Los discípulos no se atreven de buena gana. Solo uno, quien además destaca por su gran corazón, se hace adelante y responde: “ Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo ”.