El ejemplo es la mejor forma de dar razón de nuestra fe
En la primera lectura de nuestra Misa de hoy, escuchamos un pasaje hermoso de la historia de Israel. El Pueblo de Dios volvía del exilio, de una situación muy dura, en la que estuvieron lejos del Templo de Jerusalén. Mientras estuvieron lejos, los padres y abuelos trataron de conservar la fe trasmitiendo a sus hijos y nietos lo que recordaban de la Sagrada Escritura. Cuando volvieron a Israel, trataron de recuperar la ciudad. El Templo de Jerusalén tardó en ser reconstruido, pero se arreglaron algunos altares para que el pueblo pudiera ofrecer sus sacrificios. Cuando se tuvo la ocasión se reunió una gran parte del pueblo en Jerusalén. Y allí un sacerdote (Esdras) comenzó a leer la Sagrada Escritura. El pueblo la escuchaba con respeto y al reconocer en las palabras que escuchaban lo que habían oído de sus padres y abuelos, se llenó el corazón de gozo y lloraban de emoción. Dos cosas comparto contigo. La primera, es el respeto que mostraba el p