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Mostrando entradas de septiembre, 2015

Los resentimientos

Uno de los grandes obstáculos que debe enfrentar cada ser humano, a lo largo de su vida, son los resentimientos. Éstos son básicamente, cualquier sentimiento dañino: llámese odio, rencor, envidia, venganza, soberbia, lujuria, codicia, avaricia, gula, celos… A veces llegan a ser tan fuertes que toman el control de nuestra vida. En la primera lectura ( Sab 2, 12. 17-20) se narra la intensión de los malvados de acabar la vida del justo. Esos personajes se dejan llevar por sentimientos nada nobles, y toman el control de sus vidas, llegando al punto de decidir la muerte de un justo sólo porque su conducta les resulta un reclamo para su mala conducta. De igual manera, Santiago ( Stgo 3, 16—4, 3) denuncia que las personas que dejan que sus corazones se muevan por los resentimientos son los autores de las divisiones y otros delitos en medio de la comunidad de creyentes. El cristiano debe liberarse de esos sentimientos malucos. En el Evangelio (Mc 9, 30-37) Jesús les hace una p

Homilía en la Santa Misa de bienvenida a la Virgen del Valle Peregrina

Saludo a todas las autoridades. Me ha sido confiada la responsabilidad de compartir con Ustedes una reflexión en esta Santa Misa. Lo hago con mucho gusto, pero al mismo tiempo con temor. A mí, como a mucho de ustedes, me parece un hermoso sueño ver con mis ojos a Nuestra Señora del Valle en nuestra Diócesis, y más aún, en mi parroquia. La más dulce y tierna de todas las madres ha venido a nuestra tierra y ha venido a decirnos a cada uno: Te quiero, porque eres mi hijo, te quiero porque eres mi hija. Por eso, te voy a invitar a que correspondas a esta deferencia. Hay todo un itinerario planificado. Estará en tu parroquia. Visítala. Pero hoy, te tengo que decir que el mejor regalo que puedes hacerle es hacer de Jesucristo tu Salvador y tu Señor. Por eso, te invito a que repitas durante esta homilía una hermosa jaculatoria, una hermosa invocación: ¡Madre, llévanos a Jesús! Te dije que me parecía un sueño que Nuestra Señora del Valle esté aquí. Pero es