No son solo palabras bonitas
Dice el Catecismo de la Iglesia Católica: “El Decálogo, el Sermón de la Montaña y la catequesis apostólica nos describen los caminos que conducen al Reino de los Cielos. Por ellos avanzamos paso a paso mediante los actos de cada día, sostenidos por la gracia del Espíritu Santo. Fecundados por la Palabra de Cristo, damos lentamente frutos en la Iglesia para la gloria de Dios” (n° 1724). Las Bienaventuranzas, que son una parte de lo que se conoce como el “Sermón de la Montaña” son un proyecto de vida y no una colección de frases bonitas que los políticos dicen de cuando en cuando en un discurso para rellenar y decir que lo están haciendo de maravilla. Hagamos una reflexión rápida de cada una de las bienaventuranzas.