El Señor, que es nuestro Creador, nos conoce muy bien. Sabe de qué estamos hechos y cuáles son nuestras debilidades. Las lecturas de hoy son una muestra de eso.
El domingo pasado reflexionábamos sobre cómo pueden influir nuestras emociones en nuestra vida espiritual. Hoy, las lecturas de la Misa nos invitan a reflexionar sobre la alegría de rectificar y reconciliarnos con el Señor.
El próximo 11 de Septiembre la Iglesia en nuestro país celebra la Solemnidad de Nuestra Señora de Coromoto, Patrona de Venezuela. Con motivo de esta festividad, los Obispos de la Presidencia de la Conferencia Episcopal, queremos hacer llegar un mensaje de fe, de unión y esperanza a todos los fieles católicos de Venezuela, y a todas las personas de buena voluntad.
Dos leonas no hacen pareja. Dos gatos, tampoco. No pueden aparearse. Para ello tendrían que ser de distinto sexo y de la misma especie. Son cosas de la zoología. No es producto de la cultura hitita, fenicia, maya, cristiana o musulmana. Por supuesto no es un invento de la Iglesia Católica.
En la Sagrada Escritura no existe la tradición de celebrar el aniversario de nacimiento. De hecho, solo se narran dos celebraciones y fuera del ámbito de la vida de Israel, y ocurrieron en esas celebraciones acontecimientos trágicos. En Israel las celebraciones eran fundamentalmente religiosas, la más importante de todas: la Pascua.
Desde hace muchos años se ha venido predicando y aceptando, casi como una verdad indiscutible, que las decisiones y el destino de nuestra vida es decidida por las emociones. No solo es un gran error, sino que además puede generar consecuencias negativas para la vida.