Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2017

Enseña el Maestro

Continúa este domingo la cátedra del Maestro y hemos de prestarle atención. En el pasaje del Evangelio de hoy la enseñanza del Maestro es específica y profunda. Parte de la intención de la enseñanza de Jesús es la de purificar el mandato divino de añadiduras humanas. En múltiples ocasiones, el Maestro recrimina a los fariseos y a los escribas el que ellos dan más importancia a sus tradiciones que al mandato divino. Y efectivamente ese riesgo lo tenemos nosotros hoy: un buen número de cristianos cometen el error malvado de creer más “a lo que dice la gente” que al   mensaje de salvación que nos ha dejado el Maestro. De hecho, el Maestro da la correcta interpretación al pasaje llamado “ley del talión”. El “ojo por ojo, diente por diente” era una norma por la que las autoridades del pueblo impartían la justicia para evitar la anarquía en Israel. Los israelitas la habían convertido en una excusa para la venganza. En ese particular el Maestro invita a superar cualquier rencor o re

Habla el Maestro

Las lecturas de la Misa de este domingo son de una belleza única. Podríamos hacer múltiples reflexiones, pero esa es una tarea personal. Sin embargo te dejo una para tu provecho. La primera lectura nos deja muy en claro que la fidelidad a Jesús es una decisión personal insustituible: Si tú lo quieres, puedes guardar los mandamientos; permanecer fiel a ellos es cosa tuya . Y, como respondimos en el Salmo, será Dichoso el que cumple la voluntad del Señor . Debe ser una súplica constante la oración que escuchamos en el Salmo: Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes y yo lo seguiré con cuidado. Enséñame a cumplir tu voluntad y guardarla de todo corazón. En el Evangelio, el Maestro nos enseña cómo cumplir a cabalidad la Voluntad del Señor. En primer término no se trata de un simple cumplimiento externo sino que se ha de alejar de la mente y del corazón cualquier pensamiento o deseo que pueda conducirnos al pecado . Esa es la razón por la cual el Maestro nos enseña que enojarse, i

Luz y no oscuridad

Las lecturas de este domingo destacan las imágenes de la luz y de la sal. Ambas tomadas de la experiencia común. Basta pensar en una comida sin sal o en una casa a oscuras. O por el contrario, pensemos en una comida con el punto justo de sal o en una casa bien iluminada. La misma función de la luz y de la sal en la vida ordinaria es la misión de los cristianos en la sociedad. El testimonio de nuestra condición de creyentes es llevar una vida de acuerdo a los mandamientos y a las enseñanzas de Jesús transmitida por la Iglesia. Ese testimonio hemos de darlo públicamente, con nuestros pensamientos, palabras y acciones, acompañados también con una actitud de escucha para corregir cuando nos hayamos equivocado. No debemos sentir miedo o vergüenza de decir que hemos puesto nuestra fe en Jesús: “ Que de igual   manera brille la luz de ustedes ante los hombres, para que viendo las buenas obras que ustedes hacen, den gloria a su Padre, que está en los cielos ” (Mt 5, 16). Nuestr