El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz
Esta frase se repite sea en la primera lectura (Is 8, 23b–9, 3) que en el Evangelio (Mt 4, 12-23) y está referida directamente a la persona de Cristo Jesús. Jesús es luz. Tal como lo decimos en el salmo responsorial: El Señor es mi luz y mi salvación . Uno de los sentidos bíblicos de la luz es la acción de Dios que permite que nos demos cuenta del mal que hacemos y es el inicio de un cambio: alejarnos del mal. Por eso no es de extrañar que el inicio de la predicación de Nuestro Señor sea: Conviértanse . Jesús ilumina nuestra vida de diversos modos. El principal de ellos es Cristo mismo. El Papa Benedicto XVI afirmó sin ningún tipo de ambigüedad que no se comienza a ser cristiano por una decisión ética sino por el encuentro con una persona: Jesús. Ya el conocimiento de la persona de Cristo hoy brinda a todos los criterios suficientes para que podamos dar un significado completo a nuestra vida. Su actitud, pero sobre todo nuestra voluntad de dejar que sea Él que guíe los pasos de nuestra