Evitar la presunción
Las lecturas de hoy son una llamada de atención para todos. Nos invitan a alejar de nosotros el veneno mortal que significa la presunción. La presunción es un pecado gravísimo. Consiste en estar seguro de la propia salvación. Es un veneno porque condiciona el alma de tal manera que la hace insensible a los llamados de atención del Señor. El Catecismo de la Iglesia Católica dice que hay dos tipos de presunción: O bien el hombre presume de sus capacidades (esperando poder salvarse sin la ayuda de lo alto), o bien presume de la omnipotencia o de la misericordia divinas (esperando obtener su perdón sin conversión y la gloria sin mérito) (nº 2092). Como se ve es un pecado en el que pueden caer los que están alejados de la vida de la Iglesia como los que están cerca. Quienes están lejos de la vida de la Iglesia (católicos chucutos, para llamarlos de alguna manera) pueden presumir de su propia salvación confiando