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Mostrando entradas de agosto, 2024

El respeto religioso

Hay un hecho que podemos constatar todos. Existe una tendencia según la cual cualquier persona puede permitirse opinar sobre materia religiosa. Y ese tipo de personas creen que su opinión vale algo. No es raro encontrarse, entonces, a personas que le indican al sacerdote como ellos consideran que debería ejercer su ministerio. También, y es el caso más frecuente, puedes encontrarte personas que te dirán que ellos son mejores cristianos a pesar de que no vayan a Misa ni cumplan los mandamientos. Y la razón en la que se fundamentan es porque ellos tienen algunas prácticas religiosas, pocas, pero que ellos consideran que es más que suficiente. Eso es lo que se llama doctrina humana. Para entendernos mejor: la doctrina humana es aquella palabra de hombre que pretende ocupar la Palabra de Dios para erigirse en la voluntad divina. Y eso es lo que critica el Señor. Nuestro Señor Jesucristo reclama a los judíos de su época el que ellos le prestan más atención a las tradiciones humanas qu

Siempre es una decisión

  Las lecturas de nuestra Santa Misa de hoy nos invitan a reflexionar sobre un elemento presente en nuestra vida de fe. Seguir al Maestro, así como alejarse de Él, es siempre la consecuencia de una decisión. En la primera lectura de hoy (Jos 24, 1-2a. 15-17. 18b), Josué, el gran conductor del pueblo de Israel a la muerte de Moisés, una vez que ya han conquistado la Tierra prometida, reúne al pueblo para recordarles algo importante. El pueblo ha llegado hasta aquí en compañía del Señor Dios de los ejércitos. Y Josué le reemplaza a decidir a quién van a servir: si al Dios único y Todopoderoso o, por el contrario, a los dioses que encontraron en esa tierra. Josué da un testimonio elocuente: " En cuanto a mí toca, mi familia y yo serviremos al Señor ". En el Evangelio (Jn 6, 60-69), escuchamos como el Señor habla a los judíos haciéndoles saber lo exigente de seguirle. Lo más duro para los judíos es liberarse de su modo de entender el mensaje de Dios para aceptar el camino novedos

No impulsivo, sino reflexivo

El Evangelio de nuestra Santa Misa continúa con el discurso del Pan de vida (Jn 6, 51 – 58). Es, sin duda, un elemento importante en la vida del creyente. Si no estamos unidos a Cristo Jesús, la vida de la gracia –esa familiaridad con Dios– estará ausente de nuestra vida. La segunda lectura, tomada de la carta a los Efesios (5, 15 - 20), San Pablo nos invita a no dejarnos llevar por los criterios de este mundo. Invita San Pablo a ser más reflexivos y menos impulsivos a la hora de tomar las decisiones. De esta manera, nuestra vida no estará guiada por criterios irracionales sino por los criterios que marca Nuestro Señor. Es un defecto de nuestra sociedad dejarse guiar por frases hechas, bastante acomodaticias, solo para justificar el estado actual de las cosas o para encontrar una excusa para no hacer un esfuerzo por cambiar. Y esta es la razón por la cual se nos invita a no ser insensatos y a ser prudentes. Estoy seguro que más de una vez habremos escuchado una frase similar a es

Sanación interior

Las lecturas de nuestra Santa Misa sin duda invitan a considerar a la presencia real de Nuestro Señor Jesucristo en la Eucaristía como alimento que nos fortalece. No obstante, ello no resulta una receta mágica. No es un secreto para nadie que cuando nos acercamos a Nuestro Señor Jesucristo, ese encuentro nos aprovechará según la disposición con que nos acerquemos a Él. Si vamos con las mejores disposiciones, creceremos más interiormente, pero si lo hacemos como una cuestión de rutina y con poca atención, ese encuentro no nos aprovechará en nada. Todo lo contrario: resultará para nosotros en una forma de ir despreciando paulatinamente al Señor.  La segunda lectura de la Misa resulta provechosa. San Pablo invita a la comunidad de Éfeso a que saquen de su corazón todo tipo de resentimiento que pueda suponer un obstáculo para el encuentro con Cristo y la acción del Espíritu Santo (Ef 4, 31). Y es un punto importante a considerar en nuestra vida: para que nosotros podamos crecer en cada enc

Metanoia

  La segunda lectura de nuestra Santa Misa de hoy (Ef 4, 17.20-24) San Pablo hace una llamada de atención válida para nosotros hoy.  Nosotros vivimos en medio del mundo. Las formas de hacer y vivir del mundo suponen una constante tentación para los seguidores de Cristo Jesús. De tal manera que, como comunidad de creyentes, debemos estar atentos para no desdibujar el Evangelio de Cristo en favor de un cristianismo ateo. San Pablo recuerda a los cristianos de Éfeso que, cuando aceptaron el mensaje de salvación, ellos decidieron también dejar atrás las costumbres que significaban maldad y pecado. Y para ello tenían que alejar de su mente y su corazón los antiguos razonamientos para hacer propios la manera de pensar de Cristo Jesús. Eso es lo que se llama metanoia. No tiene ningún tipo de sentido afirmar que se es seguidor de Cristo y tener las mismas prácticas de antes. La conversión implica cambiar la manera de vivir y de pensar. En la Iglesia se encuentra siempre presente el peligro de