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Mostrando entradas de octubre, 2012

Como Bartimeo

Este pasaje del Evangelio según San Marcos quiere mostrar el cumplimiento de los tiempos mesiánicos, es decir, una señal de que Dios estaba en medio del Pueblo de Israel, tal como lo dice Jeremías en la primera lectura. Sin embargo, quisiera resaltar la actitud de Bartimeo como un ejemplo maravilloso para nuestra vida. Bartimeo no tiene miedo en profesar su fe en Cristo . En medio de la turba comienza a gritar a Jesús reconociéndolo como el Mesías. No olvidemos que Israel sabía que el Mesías sería un “hijo de David”. No obstante la gente le pedía que se callara, el gritaba más fuerte. No le teme a la gente, ni a lo que digan. Cree en Cristo y lo manifiesta con su vida. Igual debemos hacer nosotros en nuestra vida.

La grandeza está en el servicio

En el Evangelio de nuestra Misa hemos escuchado un hecho que casi causa indignación: dos hermanos, Apóstoles, piden a Jesús que cuando se instaure su Reino ellos estén a su lado. Jesús le dice que hay una condición: hay que pasar por muchos sufrimientos. Ellos dicen que están dispuestos. Jesús le dice después: “ eso de sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo ”. Los demás Apóstoles se indignaron. Por lo visto la razón de su molestia no estaba en que ellos pidieran un puesto privilegiado, sino que quisieran ponerse por encima de los demás. Y aquí, Jesús muestra por qué lleva el título de Maestro . La grandeza no está en ocupar un puesto de “poder”, sino en servir a los demás: “ Ya saben que los jefes de las naciones las gobiernan como si fueran sus dueños y los poderosos las oprimen. Pero no debe ser así entre ustedes. Al contrario: el que quiera ser grande entre ustedes, que sea su servidor, y el que quiera ser el primero, que sea el esclavo de todos,

La Palabra y nuestra vida

El jueves pasado comenzó en la Iglesia Católica un año dedicado a la fe con motivo de los 50 años del comienzo del Concilio Vaticano II y los 20 años de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica. Con este Año de la Fe , el Santo Padre quiere invitar a que cada quien redescubra el origen de su propia fe, la confronte con la Palabra y lleve a los demás la alegría de seguir a Jesucristo, Camino, Verdad y Vida. Nuestra fe nace de una adhesión personal a Jesús. Habiendo conocido el mensaje de salvación, la Palabra, cada quien decide seguir a Jesús mediante la trasformación de la propia vida. En algunas ocasiones, esa decisión es firme y no obstante todas las dificultades,

No es cuestión de opiniones

Una de las críticas que los políticos han hecho a la Iglesia Católica en los últimos años es su oposición al divorcio. Opinan y exigen estos políticos que la Iglesia debería adecuarse a los tiempos y cambiar de posición. Olvidan estos políticos ignorantes que la Iglesia no debe su acción a las opiniones de los hombres, sino a la fidelidad a la palabra de Jesucristo. En el Evangelio de hoy hemos escuchado lo que ha sido la Voluntad de Dios desde el inicio: “ desde el principio, al crearlos, Dios los hizo hombre y mujer. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su esposa y serán los dos una sola cosa. De modo que ya no son dos, sino una sola cosa. Por eso, lo que Dios unió, que no lo separe el hombre ”. La Iglesia no es “intransigente”. La Iglesia reconoce que hay circunstancias en las que la convivencia no es posible.