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Mostrando entradas de 2014

El Testimonio

El Evangelio de hoy nos propone la figura de Juan El Bautista, pero no como la presentan los demás Evangelistas (el que anuncia la próxima presencia del Señor) sino como lo presenta de manera particular: “Este vino como testigo, para dar testimonio de la luz”. Desde hace unos domingos hemos estado reflexionando sobre la invitación que nos ha hecho la Iglesia: a mantenernos alerta ante la venida del Señor, a mantenernos irreprochables hasta su venida, a considerar la santidad y la entrega que hemos de vivir esperando la venida del Señor. Este llamado que nos hace la Iglesia no es para vivir como puritanos, o como eran llamados en la época del Señor, “fariseos”, de tal manera que vivamos separados de los demás. No. El cristiano sabe que vive en medio del mundo, pero que no por eso debe dejarse llevar por todas las corrientes del mundo. Hay cosas en el mundo que no tienen nada de malo, otras sí. San Pablo, como lo escuchamos hoy en la segunda lectura, nos invita a no recha

La casa en orden

Hay personas que son maniáticas del orden, otras que el orden les importa un comino. Hay también personas ordenadas. El orden y el desorden en las casas son de las cosas más criticadas por propios y extraños. En el alma sucede algo similar. Es nuestra casa interior donde descansan los afectos, las ideas los sentimientos, las decisiones… Es, en definitiva, la fuente de nuestro actuar y vivir cotidiano. Y ella puede estar en orden o en desorden. El orden siempre nos permitirá vivir mejor, de eso no nos debe quedar la menor duda. El mayor desorden que puede encontrar una persona en su alma es haber olvidado a Dios. Y resulta fácil o muy común el que no se valore a Dios tal cual es, sino que se le deje en un segundo o tercer lugar. No le dedican tiempo para hablar con Él, no tienen el empeño de conocer la Voluntad del Señor. Les da pereza ir a la Iglesia, pero van al estadio a ver el partido de béisbol. No quieren reconciliarse con Dios en la confesión, pero le cuentan su vida

Somos barro en la mano del Señor

  Ciertamente, el Evangelio de hoy resulta una invitación a no bajar la guardia en nuestra fidelidad. En este tiempo que media entre la primera y la segunda venida del Señor, tendremos muchas tentaciones de bajar los brazos y desistir en la lucha atenta y vigilante. No obstante, hoy quisiera dejarte una reflexión sobre la primera lectura de la Misa de hoy. Tiene una belleza particular. El profeta ha sido testigo de un momento especial en la historia de Israel. Los deportados y los hijos de los deportados vuelven al territorio de Israel. La encuentran muy descuidada y deprimida. Muchos de los retornados se habían alejado de las prácticas de la religión hebrea y se habían olvidado de los mandamientos de Dios. El profeta hace una oración/meditación en la que recuerda el amor de Dios por su pueblo, amor que ha llevado de librarlos de sus enemigos. El profeta le llama “Padre y Redentor”. A ese Padre, el profeta pregunta: “ ¿Por qué, Señor, nos has permitido alejarnos de tus m

LA PARÁBOLA DE LOS TALENTOS

Ya desde el inicio de este mes, las lecturas de la Misa Dominical nos invitan a considerar las cosas últimas o postrimerías: la muerte, el juicio, la segunda venida del Señor. Todo el cap. 25 de San Mateo trata sobre la segunda venida del Señor. Hoy la Iglesia nos presenta la parábola de los talentos. Para conocer mejor la profundidad de esta enseñanza de Jesús, te propongo que prestes atención a algunos detalles: Los servidores : son los cristianos (tú y yo) que deben hacer fructificar los dones recibidos para el crecimiento del Reinado de Dios. El talento : era una medida (una moneda ficticia) que equivalía a 35 o 42 kilos de oro. Para que te hagas una idea, cinco talentos equivaldría al salario de un trabajador para cien años. El Señor quiere referirse a algo muy valioso. El Señor no les da a todos por igual, sino según la capacidad de cada uno. Pero también les exige personalmente. La actitud del que recibió un talento es similar a la del cristiano mediocre que en

REPARA EN LOS DETALLES…

Esta parábola, que solo encontramos en el Evangelio según San Mateo, se refiere a la segunda venida del Señor Jesús y la actitud que debemos tener los creyentes. No obstante sea claro el mensaje del Señor, hay que tener por muy cierto que Jesús no da puntadas sin hilos. Hay algunos detalles sobre los que quiero llamar tu atención. El primer detalle es: se trata de una boda . Es una imagen festiva, de alegría, de encuentro. El Señor Jesús usa en varias ocasiones la imagen de una boda y en el libro del Apocalipsis se usa la figura de una boda (las bodas del Cordero) para hablar de la instauración del Reino de Dios. Segundo detalle: el aceite . Es un producto normalmente de origen vegetal. Era muy apreciado y tenía múltiples usos: para bendiciones y consagraciones; también tenía uso medicinal y cosmético (para perfumes). También se usa para llenar las lámparas que iluminan los hogares. El aceite, para algunos Santos Padres, es un símbolo del corazón del hombre lleno de la

El mandamiento más importante

En el Evangelio de nuestra Santa Misa de hoy sigue la “cayapa” contra Nuestro Señor Jesucristo. Como el Señor había puesto en evidencia a los saduceos, ahora se acercan los fariseos para ponerlo a prueba. No se les ocurre otra cosa que preguntar a Jesús por algo que se la pasaban discutiendo todo el tiempo: ¿Cuál es el mandamiento más importante de la ley? Y la pregunta tiene algo de razón, porque existían un buen número de preceptos y prohibiciones. Algunos maestros de la ley daban más importancia a algunos y otros maestros afirmaban que eran más importante otros. Existía una especie de relativismo moral. Jesús, la Sabiduría de Dios hecha carne, responde con sencillez: “ Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el más grande y el primero de los mandamientos. Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. En estos dos mandamientos se fundan toda la ley y los profetas ”. El primer mandamiento formab