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Feliz Navidad


Éste era el saludo normal en esta época. Un saludo cargado de mucho sentido cristiano. Y digo “era” porque poco a poco se ha ido vaciando de sentido para transformarse en un vocablo carente de significado.

Un cumpleaños donde nadie regala algo al cumpleañero. Piensan en la fiesta pero no saben por qué hacen la fiesta. Y van más allá de la fiesta: embriagarse, comer, gastar dinero en impresionar a gente que no nos interesa solo por el hecho de decir que se “está estrenando”.

Como Marta, la mayoría de la gente se desvive por los detalles: no quieren que los demás hablen de ellos, además sin saber siquiera por qué lo hacen. Como Marta se olvidan de escuchar al Señor que, con mucho, es lo más importante.

Un buen número de personas quieren escuchar música a todo volumen (sin importar si a alguien le fastidia o no, les da igual) solo para no escuchar la voz de su propia conciencia que le reclama que se ha peleado por una tontería con Fulano, porque ha ofendido a Mengano y no ha ido a pedirle perdón; quiere que la música a todo volumen le haga olvidar que ha descuidado a su propia familia por orgullo o por estúpido, que ha gastado dinero en estupideces olvidándose de cosas más importantes. Si se acaba el CD comienza a gritar que pongan otro: no quiere dar chance a la propia conciencia.

Ven el nacimiento que hicieron en la casa para decir “qué lindo te quedó” o para decir que le faltó poner luces o más muñequitos, pero no se detienen más tiempo: no quieren que la representación del nacimiento del Señor –la Navidad verdadera– les llame la atención: de cómo Dios se hace un hombre como nosotros y nace en la más absoluta pobreza, y cómo hoy se gasta innecesariamente olvidándose de quien más necesita. No ve el nacimiento porque no quiere recordar que Dios se hizo hombre para que nosotros pudiéramos alcanzar a Dios.

Aunque muchos se olviden, nosotros no. En cualquier caso, nuestro saludo sea sincero: ¡Feliz Navidad!

Comentarios

  1. Que nuestras palabras sean sinceras, que concuerden con los sentimientos de nuestro corazón.

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  2. Antonio de acuerdo contigo, esta fecha se ha hecho y se hará vacia cada vez mas. Yo espero en algun momento Dios me de la sabiduria de demostrar a los demas que la navidad no se lleva en el exterior

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  3. Lamentablemente es así, se esta más preocupado por la material que lo espiritual.Pero hay que buscar la manera de ayudar a cambiar esto.

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