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Los Magos y su compromiso con la Verdad

La Iglesia celebra este domingo la decisión libre del Señor de darse a conocer –manifestarse– a todos los pueblos. Y eso significa epifanía: manifestación.

Son muchas las reflexiones que podríamos hacer hoy, partiendo de las lecturas de la Misa. Hoy te dejaré dos, tomadas de evangelio de hoy (Mt 2, 1-12):

Los Magos no eran judíos ni creyentes en el Dios verdadero. Sin embargo, tenían el mérito de buscar con sinceridad la verdad sea cual fuere. Y se encontraron con la verdad: Cristo Jesús. En la ciencia que Dios les concedió conocer, llegaron a la convicción cierta de que el Niño que había nacido era Dios, hombre y rey verdaderos. Y comprometieron su vida: salieron de sus hogares a buscarlo y llevarle unos obsequios de reconocimiento. De ellos debemos aprender el compromiso con la verdad –Cristo Jesús– empeñando en ello nuestra propia vida.

Herodes conoció la verdad (sus sabios se lo dijeron) pero no se comprometió con ella; prefirió el mal antes que a Cristo Jesús. Muchos podrían ser identificados con la misma actitud de Herodes: conocen la verdad que los libera, pero no se comprometen con ella. Les da miedo abandonar lo que hasta entonces es su modo de vivir. En palabras del Papa Francisco, “prefieren la cebolla y el ajo de la esclavitud en lugar del pan de la libertad”. Hoy hay personas que no solo no aceptan el mensaje de liberación, sino que se comprometen con una vida alejada de Dios: tal como Herodes. No quería saber para ir a adorar al Niño. Quería matarlo porque significaba un peligro para su modo de vivir. ¡Y vaya que quería matarlo: mandó a matar a todos los niños menores de dos años!

Son dos actitudes diferentes con respecto a la Verdad (Cristo Jesús) que interpelan a todos los creyentes. ¿Cuál es nuestro compromiso con la Verdad que nos libera? ¿Empeño mi vida por Cristo o todavía me da miedo abandonar mi modo de vivir alejado de Dios?

Que Jesús, el Señor que se ha manifestado a todos los pueblos, nos bendiga hoy y siempre.

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