Ir al contenido principal

Renueva la fe en toda la extensión de nuestra Patria

El próximo 11 de Septiembre la Iglesia en nuestro país celebra la Solemnidad de Nuestra Señora de Coromoto, Patrona de Venezuela. Con motivo de esta festividad, los Obispos de la Presidencia de la Conferencia Episcopal, queremos hacer llegar un mensaje de fe, de unión y esperanza a todos los fieles católicos de Venezuela, y a todas las personas de buena voluntad.

La Madre de Jesucristo, nuestro Señor, ha acompañado la vida y el quehacer de los venezolanos y las venezolanas a lo largo de su historia. Con diversos títulos y bajo diferentes imágenes, -pero siempre con el mismo cariño y devoción-, es invocada por nuestro pueblo como madre y protectora, tanto en los momentos alegres como en los momentos difíciles de la vida. Particularmente, la Imagen de nuestra Señora de Coromoto, cuya reliquia ha sido recientemente restaurada, y que reúne a todos los venezolanos en la única y siempre sentida devoción a la Virgen María, nos recuerda nuestras raíces como nación, y nuestra vocación a ser familia y pueblo de Dios por el Bautismo.

Por tal motivo, invitamos a todas las Iglesia Particulares, parroquias y comunidades cristianas de Venezuela a dar un gran realce a esta celebración litúrgica y hacer de ella un momento importante de reafirmación de fe cristiana y de compromiso eclesial. Como lo hacemos siempre, le pedimos que renueve la fe en toda la extensión de nuestra Patria, para que todos los venezolanos y venezolanas, nos esforcemos por construir una Patria cada vez más justa, solidaria, incluyente y participativa, en la cual todos, superando nuestras diferencias, podamos reconocernos como hermanos, y vivamos en paz.

Aprovechemos esta ocasión para pedir insistentemente a Dios que nos ayude para construir una sociedad fundamentada en el amor a Dios y al prójimo, aplicando los principios y valores contenidos en los diez mandamientos de la ley de Dios, y que nos ayude con su gracia a la superación de la violencia que enluta tantos hogares venezolanos, en la lucha contra la corrupción, el narcotráfico, el hedonismo y otros tantos males que contrarían el designio de Dios.

Recemos particularmente a Dios, por intercesión de la Virgen de Coromoto, para que las elecciones parlamentarias del próximo 26 de septiembre sean una oportunidad para renovar y consolidar la vocación democrática del pueblo venezolano, y contemos con diputados que trabajen por el bien de las regiones y por la solución de los grandes problemas nacionales.

Caracas, 1 de Septiembre de 2.010

+ Ubaldo Ramón Santana Sequera
Arzobispo de Maracaibo
Presidente de la CEV

Comentarios

Entradas populares de este blog

“Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu” (Lc 23, 46)

1) Composición de lugar             El Señor está consciente de que su hora de morir ha llegado. 2) Confianza y abandono La oración de Jesús, en este momento de sufrimiento —« Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu »— es un fuerte grito de confianza extrema y total en Dios. Esta oración expresa la plena consciencia de no haber sido abandonado.

¿Qué nos enseña el pasaje de la resurrección de Lázaro?

1) Lo que esperamos obtener de Dios no siempre es lo mejor para nuestra vida . Más de una vez nos habremos dirigido al Señor pidiéndole algo seguramente importante. Y más de una vez el Señor no nos concedió lo que le pedimos. Sin embargo, no nos debe quedar la menor duda de que lo que ocurrió redundará siempre en nuestro bien, aunque en el momento no lo entendamos o no lo veamos con claridad. Marta y María le mandan a avisar a Jesús que Lázaro está muy mal. Jesús no responde inmediatamente. Finalmente, Lázaro fallece. Cuando Jesús se hace presente, Marta le dice: “Si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano”. Marta esperaba que el Señor sanase a su hermano, pero no imaginó nunca que fue lo mejor que pudo pasar, porque con ello dio una muestra fuerte de su poder y su hermano volvió a la vida. 2) La verdadera vida está en Jesucristo . Hoy el término “vida” está relacionado más con el desorden y el placer. Y eso no es vida. La verdadera vida es la comunión de vida y a

¿Cómo actúa el Espíritu Santo en nosotros y en la Iglesia?

Es una pregunta interesante. No responderla implica el repetir hasta la saciedad que el Espíritu Santo actúa en nosotros y no tener idea de qué estamos hablando. Básicamente, el Espíritu Santo actúa ordinariamente de dos modos. Primero : El Espíritu Santo nos concede la misma vida de Dios. En los sacramentos, nosotros recibimos la gracia santificante. Esto quiere decir que recibimos la condición de hijos de Dios en el bautismo y, mientras tengamos la intensión de vivir según la Voluntad de Dios (eso es vivir en santidad) conservaremos esa amistad con Dios. Si por debilidad, descuido, pereza o maldad perdemos la gracia de Dios, el Espíritu Santo nos concede el perdón por el sacramento de la confesión. El Espíritu Santo hace posible nuestra vinculación con la familia de los hijos de Dios. Segundo : Con sus dones. En la tradición bíblica y en la tradición cristiana católica se identifican siete dones del Espíritu Santo: sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, pieda