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¡Actívate!

 Estamos al inicio del tiempo de Adviento. Este tiempo la Iglesia lo dedica a preparar el nacimiento del Señor. Así que lo que define este tiempo es nuestra fe en Cristo Jesús que “por nosotros y por nuestra salvación, se hizo hombre”.

No está de más recordar el peligro al que estamos expuestos. Por razones de tipo económico, se promueve un modo de vivir externo, con personajes inventados, y cuya única intención, además del mercantilismo, es hacernos olvidar del verdadero significado de la Navidad: el nacimiento del Salvador. Entonces todo creyente está expuesto a la tentación de olvidarse de que Jesucristo para centrarse en otras actividades.

Ésta es tal vez una de las razones por las que las lecturas de la Santa Misa de hoy, entre otras cosas, nos invitan a estar atentos. Es muy fácil distraerse.

La Iglesia en este tiempo quiere proponernos para nuestra reflexión la venida de Cristo. Ya nuestro Señor Jesucristo vino por primera vez, y es lo que celebraremos en Navidad. Pero también el Señor volverá. Y de esta manera, nosotros estamos en medio de la primera y segunda venida de nuestro Señor Jesucristo. Y en ese intermedio nuestro Señor Jesucristo quiere ponernos en alerta, como escuchamos en la lectura del Evangelio (Mc 13, 33-37) de nuestra Misa de hoy: “Velen y estén preparados, porque no saben cuándo llegará el momento… Lo que les digo a ustedes, lo digo para todos: permanezcan alerta”.

Cristo Jesús espera de nosotros la conducta de los buenos creyentes: que sepamos orientar nuestra vida por el camino del bien. Quiere el Maestro que estemos atentos ante las distracciones que puedan presentarse cuyo único objetivo es apartar el alma, el corazón y la vida de la razón de ser del creyente: Jesús.

Es fácil distraerse. Ya escuchamos en la primera lectura cómo puede llegarse al punto de olvidarse de Dios: “Tú, Señor, eres nuestro padre y nuestro redentor; ése es tu nombre desde siempre. ¿Por qué, Señor, nos has permitido alejarnos de tus mandamientos y dejas endurecer nuestro corazón hasta el punto de no temerte?”.

Si nos detenemos a reflexionar, hoy hay muchas cosas que pueden hacernos separar del amor de Cristo: desde el mercantilismo de estos días, hasta las ideologías. Entonces, estemos atentos. No perdamos de vista que celebraremos el nacimiento del Señor atentos a su segunda venida.

Que las bendiciones del cielo desciendan sobre nosotros y nuestras familias.

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