Ir al contenido principal

Las incongruencias del gobierno




Maduro convoca a una constituyente con unos objetivos. Esa misma convocatoria, por sus considerandos, es inconstitucional. La razón es simple: los fines de una Asamblea Constituyente son: 1) transformar el Estado, 2) crear un nuevo ordenamiento jurídico y 3) redactar una nueva Constitución.



Por el carácter originario, la Asamblea Nacional Constituyente no puede tener límites. En la mente del convocante, lo que quiere es una reforma constitucional, y eso es tarea de la Asamblea Nacional, tal como lo establecen los aa. 342-345.



¿Por qué es una reforma constitucional? Simplemente porque no quiere los fines de la Constituyente sino los siguientes, de acuerdo al decreto:

·         El perfeccionamiento del sistema económico nacional.

·         Constitucionalizar las Misiones y Grandes Misiones Socialistas.

·         La ampliación de las competencias del Sistema de Justicia.

·         Constitucionalización de las nuevas formas de la democracia participativa y protagónica.

·         La defensa de la soberanía y la integridad de la nación y protección contra el intervencionismo extranjero.

·         Reivindicación del carácter pluricultural de la Patria.

·         los derechos de la juventud.

·         La preservación de la vida en el planeta (este es el más mamarracho de todos)



Visto que no pretende la reforma del Estado, ni la creación de un nuevo ordenamiento jurídico ni una nueva constitución, sino una reforma de la Constitución vigente, no procede la iniciativa de convocatoria de una Asamblea Constituyente, sino una reforma constitucional, competencia de la Asamblea Nacional.


Por otra parte, el texto constitucional es claro: quien convoca es el Pueblo de Venezuela. La iniciativa puede partir del Presidente, de la Asamblea, de los Consejos Municipales o del 15% de los electores. Por lo tanto, el CNE debe preguntar al pueblo si convoca a una Asamblea Constituyente o no. 


Si existe algún jurista sensato en el Gobierno –que no lo hay– debe saber que lo que pretenden hacer es un absurdo jurídico.

Comentarios

Entradas populares de este blog

“Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu” (Lc 23, 46)

1) Composición de lugar             El Señor está consciente de que su hora de morir ha llegado. 2) Confianza y abandono La oración de Jesús, en este momento de sufrimiento —« Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu »— es un fuerte grito de confianza extrema y total en Dios. Esta oración expresa la plena consciencia de no haber sido abandonado.

¿Qué nos enseña el pasaje de la resurrección de Lázaro?

1) Lo que esperamos obtener de Dios no siempre es lo mejor para nuestra vida . Más de una vez nos habremos dirigido al Señor pidiéndole algo seguramente importante. Y más de una vez el Señor no nos concedió lo que le pedimos. Sin embargo, no nos debe quedar la menor duda de que lo que ocurrió redundará siempre en nuestro bien, aunque en el momento no lo entendamos o no lo veamos con claridad. Marta y María le mandan a avisar a Jesús que Lázaro está muy mal. Jesús no responde inmediatamente. Finalmente, Lázaro fallece. Cuando Jesús se hace presente, Marta le dice: “Si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano”. Marta esperaba que el Señor sanase a su hermano, pero no imaginó nunca que fue lo mejor que pudo pasar, porque con ello dio una muestra fuerte de su poder y su hermano volvió a la vida. 2) La verdadera vida está en Jesucristo . Hoy el término “vida” está relacionado más con el desorden y el placer. Y eso no es vida. La verdadera vida es la comunión de vida y a

¿Cómo actúa el Espíritu Santo en nosotros y en la Iglesia?

Es una pregunta interesante. No responderla implica el repetir hasta la saciedad que el Espíritu Santo actúa en nosotros y no tener idea de qué estamos hablando. Básicamente, el Espíritu Santo actúa ordinariamente de dos modos. Primero : El Espíritu Santo nos concede la misma vida de Dios. En los sacramentos, nosotros recibimos la gracia santificante. Esto quiere decir que recibimos la condición de hijos de Dios en el bautismo y, mientras tengamos la intensión de vivir según la Voluntad de Dios (eso es vivir en santidad) conservaremos esa amistad con Dios. Si por debilidad, descuido, pereza o maldad perdemos la gracia de Dios, el Espíritu Santo nos concede el perdón por el sacramento de la confesión. El Espíritu Santo hace posible nuestra vinculación con la familia de los hijos de Dios. Segundo : Con sus dones. En la tradición bíblica y en la tradición cristiana católica se identifican siete dones del Espíritu Santo: sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, pieda